tag:blogger.com,1999:blog-854200747924149682024-03-12T21:30:13.184-07:00Para educar valoresBeatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.comBlogger37125tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-74033812768947583352015-05-19T06:01:00.002-07:002015-05-28T02:05:26.438-07:00San Vicente… donde acaba el asfalto.<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="background-color: cyan;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
Hace pocos días fue el operativo policial en San Vicente, un sector de la ciudad de Maracay, donde, no por casualidad, Fe y Alegría se ha hecho presente desde hace algunos años a través de sus escuelas y programas. La presencia en San Vicente es una expresión de esa convicción de que Fe Y Alegría debe estar “donde acaba el asfalto” como decía nuestro fundador el Padre Vélaz.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Diversas noticias leímos con asombro sobre los hechos ocurridos en la comunidad de San Vicente. Hoy seguimos escuchando con indignación voces de gente nuestra que nos cuenta: “Fueron alrededor de 2 mil efectivos de la guardia y las policías… imaginen ¡2 mil efectivos! Llegaron a las 3 de la mañana allanando todas las casas…”. La gente de la comunidad cuenta cómo les golpearon, maltrataron, derribaron puertas y se llevaron maridos, hijos, hermanos… además de celulares y dinero. Los muertos fueron más de 20, aunque la prensa sólo reseñó 3, los detenidos cerca de 800.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Caminamos sobre escombros. Lo ocurrido en San Vicente denota el nivel de deterioro que estamos viviendo en el país:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
· A la vista de todos queda la incapacidad de los cuerpos de seguridad del estado de mantener la paz y seguridad en el día a día, ¿necesitan operativos eventuales de esta naturaleza para combatir la violencia, inseguridad, extorsión?, ¿Cuántas vidas cobraron, cuántos maltratos y violación de derechos realizados con la bandera de la paz? ¿Por qué no hacen el trabajo que la gente les pide a diario?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
· Queda claro el nivel de corrupción que se ha anidado en esos mismos cuerpos de seguridad capaces de robar el poco dinero y pertenencias de gente humilde, efectivos capaces de golpear a inocentes para después “averiguar” quiénes son los responsables de delitos, ¿qué confianza puede haber sobre una institución cuyos personal actúa de esta manera, qué los diferencia de los delincuentes?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
· Una vez más vemos el poder de mafias que se asumen como organizaciones que brindan “paz” a cambio de vacunas y extorsiones, una absoluta desviación de los medios para alcanzar fines; esa “paz” es absolutamente ficticia, hueca. Es asombroso ver cómo la gente se considera “más segura” en manos de esas mafias y sus pranes, muchos de ellos operando desde las cárceles. ¿Quién es el verdadero responsable de esto?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
· Los terribles aplausos de gente que pide más muertes, que le parece bien que se asesine al culpable a través de métodos como el que vimos, denota una actitud anarca y vacía de valores. Una apreciación de fondo además, sumamente discriminatoria: “En los barrios están los delincuentes”. Se justifican ajusticiamientos, procedimientos que nada tienen que ver con la democracia, con el respeto al debido proceso y los derechos humanos. El policía que mata a un presunto delincuente se convierte en asesino, y sabemos que esto ocurre, y que muchas veces, se mata a inocentes porque su verdugo se “equivocó”. Esa violencia trae más violencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
· Vemos cómo la verdad oficial es solo eso, “oficial”; con su contrapartida, la verdad en muchos medios privados, es también “privada” de diversas miradas. A los venezolanos nos sigue tocando la tarea de buscar la verdad en la calle, en los diversos lugares donde haya un informante, volvernos escucha de la palabra de quien no tendrá voz para los medios encarcelados por los intereses de sus dueños, privados u oficiales. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No queremos mafias, tampoco policías corruptos, y mucho menos a unos apoyados por otros. Queremos que se construya la paz con un estado y policías que contribuyan con honestidad a hacer posible una vida digna. La construcción de paz es responsabilidad de todos, porque cada uno, desde donde está, tiene un papel que cumplir orientado por valores humanos firmes; pero es una responsabilidad irrenunciable del Estado, cuyos errores cometidos costará el futuro de todos, si instaura la violencia en la calle como mecanismo para alcanzar paz o, si simplemente, se queda de brazos cruzados mientras nos matan o extorsionan.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En medio de todo esto la esperanza vuela, aquí se hizo presente, una vez más, en lo sencillo: “…No había transporte público y ninguna escuela abrió sus puerta, sólo los de Fe y Alegría estaban allí, con el personal completico y 30 niños de distintos grados”.</div>
</div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-10727890053393057042015-04-15T15:45:00.000-07:002015-04-15T15:45:09.478-07:00Eduardo Galeano en las venas de América Latina<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Se nos fue Eduardo Galeano. Generaciones
completas “descubrimos” América de la mano de su pensamiento crítico. Recuerdo
que cuando leí uno de sus más famosos libros “Las venas Abiertas de América
Latina” no fue la exactitud en el uso de los conceptos de las ciencias económicas y sociales lo que percibí en
aquella aproximación a su modo de entender la historia de este continente. Lo
que quedó sembrado en la experiencia de encuentro con sus letras fue el amor profundo por los pueblos originarios y
por la Patria Grande presa de las colonizaciones que intervinieron este suelo a
lo largo de los siglos. No volvimos a pensar igual después de ideas que removieron nuestros pies
para ubicarnos en otro ángulo de análisis de la realidad en una época de gran
efervescencia revolucionaria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El deseo de recuperación de la
historia no oficial estaba allí plasmado, en palabras inyectadas de pasión, como
ha sido su discurso incendiario de conciencias. Galeano nos enseñó algo más
profundo y dramático que un concepto, enseñó la riqueza de una sensibilidad volcada a la
comprensión del otro distinto, de lo que somos y vivimos en este continente. Con
él abrimos las páginas de las historias
de los vencidos para entender el terror y el heroísmo, la muerte y la vida, la
esclavitud y la libertad desde los ojos de Moctezuma en México en plena
conquista, o de Túpac Amaru en Perú en su resistencia al poder colonial o del uruguayo Artigas en la lucha contra
grandes terratenientes y comerciantes. ¿Ideologización en lugar de
historiografía?¿Literatura en lugar de conocimiento científico? Son juicios que
poco importan ahora. Importa que aportó en la comprensión de lo que somos. ¿Acaso
hay alguna interpretación que escape de la ideología? ¿Acaso la literatura no
es un modo de resucitar, de inyectar vida en la aproximación a los hechos? ¿Acaso
hay alguna historia con verdades absolutas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Galeano nos reveló a los “nadie”:
“los hijos de nadie, los dueños de nada/ los ninguno, los ninguneados… que no
son, aunque sean/ que no hablan idiomas,
sino dialectos/ que no hacen arte, sino artesanía/ que no practican cultura,
sino folklore…”. Esos “nadie” mutilados
una y otra vez en este mundo patas arriba que los poderes constituidos de fuera (y de dentro) han creado.
Galeano nos ayudó a comprender más allá de las fronteras propias las razones de
la explotación, a develar matrices de colonialismo escondidas en la cultura. Galeano
enseñó el sentido de la utopía desde un realismo infinito, sus palabras
andantes ayudaron a mantenernos en camino del lado de la esperanza de otro
mundo posible. Galeano enseñó coraje para revelarse, para pronunciar con fuerza
la palabra propia. Alentó la rebeldía en la historia de la izquierda
latinoamericana que se la jugó entre dictaduras; otra cosa es que, parte de esa
izquierda, en el presente, no le haga honor a sus luchas.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Mucha tela se ha cortado desde la
influencia del pensamiento de Galeano, otros análisis se han planteado para
explicar los mismos hechos; pero la situación de sujeción de América Latina de
fondo permanece. No somos territorio
liberado, las democracias tienen un largo trecho que recorrer para forjar
justicia y equidad, tienen un gran alerta para no perder la libertad que tanto
costó conquistar, continuamos ninguneando gente, culturas, géneros, ideales.
Por ello seguirá vigente el enfoque de reflexión crítica sobre lo que vivimos, continuará
con sentido el punto de vista que intenta encontrar la voz del indignado. Por
eso Galeano seguirá vivo, aunque la utopia llore su partida física, estará en
sus memorias del fuego, permanecerá en las venas abiertas de América Latina. <o:p></o:p></span></div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-43057029323568211502015-04-06T07:23:00.001-07:002015-04-06T07:23:45.349-07:00AÑORANZA DE FUTURO<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE">El sentimiento de añoranza se
apodera de muchos venezolanos ante la crisis cada vez más virulenta que
vivimos. No es para menos, pues pasar horas en largas colas para conseguir un
producto regulado, no encontrar repuestos para los autos, vivir fuertes enfrentamientos
y descalificaciones por la posición política, entre otras muchas cosas que
experimentamos en el día a día, conduce a una profunda nostalgia al recordar
cómo era Venezuela. No sin razón se añora anaqueles llenos, medicinas en las
farmacias o la posibilidad de estar en la calle sin temor.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE">La añoranza con su mezcla de
recuerdo y tristeza está, y vale el derecho a sentirla, especialmente porque el
sentimiento impulsa a ver aquello que
ayudó a vivir mejor y que hoy constatamos en retroceso o ausente. Pero la
añoranza como expresión de ensalzamiento del pasado constituye un freno para la
construcción de la Venezuela distinta que necesitamos todos (as); puede ser
dañina si la asumimos como sentimiento y actitud que rige nuestra posición ante
la crisis, si de fondo vemos al pasado con ojos acríticos, como una especie de
edén idílico que fue, desterrando de la memoria los signos de crisis que ya
padecían sectores de la población venezolana en los años anteriores al
chavismo.<a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE">Porque una cosa es querer ver lo bueno aprendiendo del pasado para
mejorar, y otra es considerar que todo fue bueno (con su contrapartida: todo es
malo en el presente). Afirmar que en el pasado todos los venezolanos (as)
éramos hermanos, no había diferencias, se respetaba al que pensara
políticamente distinto, vivíamos en unión y en riqueza… es una clara expresión
de una especie de pérdida de memoria; si eso hubiese sido así, en el 89 el caracazo
jamás hubiese existido, o la intentona de golpe o rebelión militar del 4 de
febrero del 92 no hubiese dado lugar, más tarde, al voto masivo de
venezolanos(as) a favor de Hugo Rafael Chávez Frías porque vieron en él una
esperanza para Venezuela. Es verdad, habían anaqueles llenos, y podías comprar
la marca que quisieras, las cantidades que quisieras… pero eso lo podían hacer
quienes tenían posibilidades en un país, en el que, entre otras cosas, el consumismo de unos era increíblemente
grosero; se nos olvida que las mayorías pobres estaban invisibles para los ojos
de muchos; que los hospitales estaban en crisis o los militantes de izquierda
también sufrieron persecución política. No era una Venezuela de hermanos, como
tampoco lo es ahora, porque en el fondo los grandes problemas de ayer siguen
estando ahí en estado crónico, empeorando.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE">Querer al pasado de vuelta es perderse entre las inequidades que ya
existían, en una idealización producto de un presente crítico. Por ello, la
añoranza en Venezuela debería volar más alto, debería colocar su rostro al
futuro, alimentarse de la justicia, equidad, fraternidad, libertad, bienestar que
no hubo en el pasado y que ahora tampoco tenemos. Alimentarse también de las
lecciones del pasado y del presente, de políticas, acciones, ideas de impacto
positivo para construir otra Venezuela. Necesitamos reinventar nuevas rutas,
modelos, estrategias, ilusiones que nos permitan seguir apostando por una vida
de bienestar para todos. Necesitamos la añoranza de lo que aún no hemos tenido.</span></div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-16384178168058945182015-03-13T05:08:00.000-07:002015-03-13T05:08:37.308-07:00Soy Militante de la Educación Popular<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tenía 24 años cuando comencé a trabajar en Fe y Alegría. Recién salía de la Universidad del Zulia, feliz, con mi título de Licenciada en Educación mención Ciencias Sociales, dispuesta a trabajar en lo que soñaba: en Educación Básica (como se llamaba en ese tiempo), pero además, en <u>Fe y Alegría</u>, porque gracias a los jesuitas, ya me había enamorado de este movimiento antes de pertenecer a él.Así que concursé y salí seleccionada para dar clases como profesora por horas en una escuela en un barrio ubicado al sur de Maracaibo.Jamás olvidaré mi inicio en la
docencia. Era marzo del 89; marzo, no septiembre(mes en que comienza el año
escolar). Sabía que entraba en una escuela con una situación difícil, pues, ya
me habían explicado: la escuela recién atravesaba un fuerte conflicto que
terminó en la suspensión definitiva de
algunos educadores, de modo que <a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a>el ambiente era de mucha
tensión. <br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Conocí la escuela. Recuerdo que
me llamó la atención la disposición de las instalaciones, con sus salones
separados como pequeñas salas rodeadas de verde de los árboles que le regalaban
agradable sombra, con sus mesas y sillas provocando el equipo, con buena parte
de sus paredes abiertas a la vida, a la naturaleza. Eran salas modestas y
dignas, sin duda detrás de ese modo de disponer el espacio, había una idea pedagógica; desde entonces la
escuela me encantó.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El primer día de clases entré al salón de 7mo grado, los(as) muchachitos (as) me esperaban llenos
de malestar sentados en sus sillas, nunca pensé que en lugar de alegría iba a
encontrar enojo en mi primer día como profesora, había rabia en sus miradas de
12 y 13 años. No sé en cuál instante, antes de que yo emitiera algún sonido,los
estudiantes comenzaron a darle golpes a las mesas en señal de protesta por la
ausencia de su profesora anterior, gritaban consignas y hacían un ruido estruendoso
que duró pocos minutos, pero que a mí me
parecieron horas eternas. Recuerdo que ese día entendí el significado de la
palabra <b>improvisación</b>, nada,
absolutamente nada de lo que había pensado y programado me servía en ese
momento, ni siquiera una solita clase recibida en la universidad. De algún modo, me aferre a la palabra como
medio para dar paz a esos niños y niñas que aún estaban viviendo el revuelo de
lo que significó ese conflicto. Entonces escribí en el pizarrón “Me llamo Beatriz
García” y les pregunté ¿puedo hablar? Poco a poco fueron haciendo silencio,
entonces les dije “Entiendo por lo que están pasando, no conocí a su profesora,
se que hubo un problema, pero no se
mucho, alguien desea contarme…” Así, sin saber o sabiendo muy poco, comencé a
vivir lo que significaba el diálogo cultural en educación popular, esto lo
entendí años después, años que implicaron pasar de una empatía por el
movimiento, a un convencimiento en cuerpo y alma, del sentido de la educación
popular y de la opción, que se hizo personal, por los niños, niñas y jóvenes de
los sectores populares.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El tiempo pasó, y con él puedo
ver que Fe y Alegría ha vivido muchas cosas; incluso el conflicto ha formado
parte de esta historia. Muchos podemos pensar (como yo al inicio) que en Fe y
Alegría no hay problemas, los conflictos no existen o es fácil ser un buen
docente o directivo en un centro de Fe y Alegría, pero no es así. Fe y Alegría
ha crecido y ha salido adelante viviendo situaciones difíciles con el personal,
con la situación económica, sin tener cómo pagar a sus docentes en una larga
época de absoluta inestabilidad económica, en relaciones con el estado que no
siempre han sido alentadoras,
situaciones difíciles con las familias, las comunidades y estudiantes
que viven la violencia y la pobreza dentro y fuera de sus casas… Pero en medio
de todo ello, el espíritu de amor y entrega por los muchachos que merecen una
educación de calidad ha estado presente y ha permitido trascender a las
dificultades. Seguramente hemos cometido errores porque somos humanos y ellos
no están ajenos a nuestra condición, pero sin duda también hemos aprendido de
esos errores y los llevamos en nuestro morral como equipaje de camino.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Años después, me encontré en un
centro comercial con uno de aquellos primeros estudiantes que tuve, lo vi
acercarse y su rostro me pareció conocido:</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->Usted se llama Beatriz.</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->Si … yo te conozco!</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->¡Claro!!, ¡Usted fue mi profesora de Historia en
la escuela Nueva Venezuela de Fe y Alegría…!</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tampoco podré olvidar jamás esa
emoción compartida en ese instante de encuentro, mucha historia recogida en él.
Le doy gracias a Dios por todo ello, porque con Fe y Alegría me hice, porque he
sido, soy y seguiré siendo, desde cualquier responsabilidad que me toque,
educadora militante de la educación popular.</div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-84093880556573733262015-03-02T14:02:00.001-08:002015-03-03T03:55:33.278-08:0060 años después... “O reinventamos o erramos”<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Fe y Alegría cumple 60
años. No es poco. A lo largo de estos años se ha forjado un movimiento de
personas concretas que nos sentimos FE Y
ALEGRIA porque nuestra vida, como persona, ciudadano (a) y profesional, se ha
venido construyendo de la mano de esos tres muchachitos que caminan con el corazón
que nos identifica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Cuando una institución
de larga data arriba a estos años, se suele mirar el camino recorrido para
celebrar los esfuerzos y la siembra de los formidables frutos que se tienen en
el presente. Esto es necesario e importante, pues la identidad bebe el agua de
nuestra historia que, como fuente, alimenta lo que hoy somos. Esto es necesario
e importante, pero no suficiente. El “Atrevámonos”
de nuestro fundador, el padre José María Vélaz, nos empuja a ir más allá, para
celebrar también desde el llamado a releer nuestro contexto, 60 años después, a fin de ver qué está
necesitando Venezuela y América Latina en un ahora absolutamente retador. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Una relectura de nuestra opción por los pobres y de la educación
popular y promoción social quizá nos
lleve a pensar que nuestras nuevas aulas deben estar en las calles, con los
niños, niñas, adolescentes y jóvenes que han desertado del sistema educativo,
con los muchos de ellos que allí deambulan y que, en América Latina según
UNICEF, son cerca de 40 millones; en las calles o las casas de la comunidad, educando junto con las familias y
organizaciones que allí conviven; o en las cárceles con los privados de libertad, víctimas
y victimarios de un sistema penitenciario ineficiente, abusivo y corrupto; o
quizá en las fronteras, con los
desplazados que padecen condiciones infrahumanas de vida, con nuestras comunidades indígenas, o en las
organizaciones de adolescentes y jóvenes que andan buscando un mundo NO
escolarizado que les deje encontrarse, emprender y producir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Necesitamos asumir la educación popular como epistemología crítica
presente en las universidades, instituciones, medios de comunicación,
organizaciones, empresariado, comunidades, en alianza con ellos, para alimentar
la comprensión crítica del contexto desde el lugar de los pobres; comprender la
pobreza y la necesidad de transformación profunda; educar a todos y todas para la acogida y la
construcción de una sociedad incluyente, a pesar de las diferencias, </span><span style="font-size: 16px; line-height: 18.3999996185303px;">para aprender a vernos como sujetos con igual derecho y dignidad.</span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Llegar a 60 años para una organización puede ser peligroso
para sí misma y su razón de ser. A estas alturas, las estabilidades por las que
se luchó en los inicios y que, en buena medida, se han venido alcanzando, aunque todavía falten otras, pueden conducirnos a la parálisis, comodidad o ausencia de compromiso; junto a la madurez que vamos
teniendo puede hacer espacio la burocracia para comerse el estilo modesto y
sencillo que nos ha caracterizado; el afán por el “control de la calidad” puede
ahogar la creatividad y la innovación, privilegiando lo técnico por encima de
lo pedagógico, la complejización de tareas que distraen por encima del hacer
verdaderamente importante, el mandato
por encima de la decisión democrática. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Necesitamos seguir privilegiando el movimiento más allá de la
institución, en sana tensión, engranado, pero en movimiento que, en sí mismo,
vive lo que aspira para el país; y para ello, debemos reestructurarnos o reinventarnos, desde un VER amplio y profundamente autocrítico de lo que tenemos
hoy dentro y fuera; desde una mirada y escucha de los nuevos anhelos que van aflorando, las nuevas
formas de ser de nuestros niños, niñas, jóvenes y adultos, las nuevas formas de
injusticias que viven los pobres, antiguos y nuevos, a quienes nos debemos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Celebremos nuestros 60 años con Fe y Alegría dando los pasos
para seguir esta hermosa historia de transformación por Venezuela. Celebremos,
con el compromiso de seguir
reinventándonos y atreviéndonos, esa es la mejor manera de mantener vivo el
espíritu fundacional.<o:p></o:p></span></div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-35722669478597994432013-07-31T19:44:00.001-07:002013-07-31T19:44:47.365-07:00Sobre el sentido de la unidad<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<i>“El cuerpo humano aunque está formado por
muchos miembros es un solo cuerpo… El cuerpo no se compone de un solo miembro
sino de muchos… si todo fuera un solo miembro no habría cuerpo…Dios arregló el
cuerpo de tal manera que los miembros menos estimados reciban más honor, para
que no haya desunión en el cuerpo, sino que cada miembro del cuerpo se preocupe
por los otros. Si un miembro del cuerpo sufre, todos los demás sufren también;
y si un miembro recibe atención especial, todos los demás comparten su alegría”
<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Esto
es parte del Capítulo 12 de Corintios, una hermosísima lectura bíblica que vale
la pena leer completa. Recordaba esta lectura porque es una bella manera de
comprender la unidad. Cada persona es unidad, aunque confluyan muchos miembros
en la conformación de su cuerpo. Cada miembro tiene dones, funciones propias, que
se ponen en juego con un propósito supremo: la vida propia; ninguna de ellas
produce vida por sí misma. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
La
unidad del cuerpo es una comparación que San Pablo hace para aproximarnos a lo
que es la unidad en la iglesia, muchos miembros la conforman, inspirados por un mismo Espíritu, unidos por
el amor filial de Dios Padre-Madre, para vivir al servicio de la construcción
de fraternidad, del amor al prójimo, cada uno aporta desde el don propio dado
por Dios y, desde allí, hace parte de la iglesia como un todo. Si bien el
contexto de la lectura está dado por el sentido de lo que Dios ha donado, y la
comprensión de la iglesia como un solo cuerpo en servicio, tiene mucho que decirnos a todos, creyentes o
no, para comprender el significado de la unidad en otros campos de la vida,
incluyendo el político.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
La
unidad no es un fin en sí mismo, su sentido es alcanzar propósitos que van más
allá de ella y son imposibles de conquistar en división. Pero estos propósitos,
no pueden ser de cualquier tipo, pues se trata de la vida, del servicio para
dar vida, para resolver las situaciones que nos ponen en distancia el bienestar
común. Una banda de asesinos o una coalición para declarar una guerra, pueden
constituir uniones, pero sus propósitos son destructivos, ¿qué sentido tiene la unidad para la destrucción, la
muerte, la imposición de unos sobre la tragedia de otros? El sentido de la
unidad debe estar colocado en los valores, en la defensa y construcción del
bienestar que puede producir a todos esa
unión y lo que puede florecer más allá de ella. La unidad se construye con el aporte diverso
de cada uno, desde lo que piensa, siente y hace, desde sus bondades o
posibilidades reales. Supone la comprensión del significado del todo, el ajuste
de la parte para no destruir el conjunto; es necesario también asegurar el
máximo en el servicio de los dones y el caminar de todos hacia el propósito que
da sentido a la unión. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
En
estos días en que la palabra “unidad” ha sido tan nombrada, vuelvo a constatar,
una vez más, su profunda ausencia. Es increíble como se pierde su sentido
ético, como el llamado a la unidad es
utilizado en el país para mantener hegemonías locales o nacionales. No importa
si se pasa por encima de la voluntad de las mayorías, si es absolutamente
ineficiente una gestión, si la corrupción carcome la actuación de dirigentes,
si las decisiones las toman las cúpulas… lo importante es la unión, pero por el
poder que supone o promete. Esta unidad no acepta cuestionamientos, quien se
atreva a señalar errores y responsables es excluido, la palabra disidente es
sospechosa de traición a la “unidad”. “O
estas conmigo, o contra mi”, frase terrible, tan criticada por unos, finalmente es procedimiento,
solapado o no, de muchos, que limitan la unidad solo a respaldar personas
desdibujando los proyectos. Los malos funcionamientos en el interior de la
unidad de unos y otros se mantienen, se
ocultan creyendo erróneamente que eso los fortalece. Unidad hueca, miope, pende
de un hilo ínfimo enfermo de inmediatez, transitoria; cuando alcanza la raquítica
meta, se desmorona para terminar enfrentadas las partes.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Me
pregunto si es esta la unidad que necesitamos en Venezuela. La unidad no puede perder su condición de
medio, no puede estar por encima de los fines supremos: la democracia, la equidad,
la libertad, la justicia, el respeto a la diversidad, la inclusión, el
bienestar de todos y todas. Unidad para un proyecto consensuado de país, de
comunidad, de sociedad; no para perpetuar poderes o para alcanzarlo y continuar
repitiendo patrones destructivos, que promueven desigualdad, división y
violencia. El poder, como la unidad, no es un fin en si mismo, el poder es del pueblo; la unidad, en todo
caso se debe a la voluntad de ese pueblo que necesita mejorar su situación socioeconómica,
cultural, espiritual, política. Tiene sentido si la resolución de los problemas
graves que tenemos está en el horizonte y en el hacer de todos, para eso no debería haber murallas, aún siendo
diferentes, incluso contrarios política o ideológicamente. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
La unidad implica
sacrificio, parte de él es deponer intereses propios egoístas, contraer la
exaltación de las partes, especialmente las más fuertes, dar paso a todas,
especialmente las más débiles; ese sacrificio
tiene como telón de fondo lo que el pueblo espera, no lo que le interesa
a quien quiere mantener su hegemonía, económica o política, esté o no en el
gobierno. Necesitamos un sentido verdaderamente trascendente a la unidad que se
proclama en Venezuela desde diversas esquinas, que nos ayude a ver en el otro
un hermano con el que puedo llegar a acuerdos y emprender acciones por el bien
de ambos, por el bien de todos.</div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-77352239788362279142013-06-27T10:50:00.002-07:002013-06-27T10:50:38.408-07:00Repensar la protesta<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: inherit;">La
situación de las universidades es crítica, a nadie le queda duda y los
ciudadanos apoyamos la pronta y justa solución que implica un acuerdo entre las partes que beneficie a
todos. Pero como ciudadana, educadora y madre, quiero hacer un llamado de
atención: las luchas reivindicativas, que implican mejoras salariales de
personal, no deberían hacerse en detrimento de la atención de los
beneficiarios. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: inherit;">Ante
un paro de actividades educativas, el afectado es y será el estudiante que no
está en el aula cuando debería estarlo, que no podrá ingresar a la universidad
cuando debió hacerlo, que no aprendió lo que debía aprender porque a su tiempo
para aprender le dimos “materia vista”. El tiempo afectado, es el tiempo del
estudiante, esto es así, no solo en este conflicto, sino en otras situaciones,
como los periodos de elecciones, por ejemplo ¿Quién piensa en el tiempo del
estudiante?, ¿quién presiona para que después del tiempo de paro o de días perdidos, ese tiempo se
reponga?, ¿cuántos días de clases han perdido este año escolar los estudiantes
de todos los niveles? ¿Acaso los educadores van a reponerlo para cumplir con el
tiempo del estudiante?, ¿Acaso el Ministerio va a exigir el cumplimiento de ese
tiempo? La respuesta es clara, ese tiempo NO se repondrá. Una cosa es que el
estudiante universitario decida no ir a clases y otra muy distinta es que el
educador promueva un paro indefinido, decida no laborar, dejando a un lado al
estudiante a quien se debe. Esto a la larga también afecta la universidad en
paro, pues el estudiante y su familia pensarán en otras opciones donde su
tiempo y futuro no se afecte; antes, si ese
estudiante no tenía recursos para ir a la universidad privada, simplemente no
tenía opción, pero hoy la tiene.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: inherit;">Deberíamos
pensar en la pedagogía de la protesta, en las estrategias de protesta. En este
sentido, me pregunto si la autoflagelación: el dejar de comer, cocerse la boca
o causar daños a terceros, maltratar instalaciones… ¿son caminos adecuados para
encausar el malestar y buscar soluciones? En lo personal, ni como madre, ni
como educadora auparía, promovería o
aceptaría que nuestros hijos (y para un educador un estudiante es como
un hijo) laceren su cuerpo. ¿A quiénes o a qué hacen daño? Al muchacho o
muchacha que termina en el hospital por la huelga de hambre, ¿quién lo llora
más?, ¿quién le devolverá su salud? ¿La defensa de nuestros derechos tiene
sentido sobre la base de nuestra autodestrucción? </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: inherit;">Todos
tenemos derecho legítimo a protestar, y ante el atropello, todo ciudadano está
obligado a hacerlo, pero sería bueno repensar los términos. Los estudiantes han
sido, son y seguirán siendo admirables por el espíritu de sacrificio y lucha,
pero creo que debemos mantener una ética del cuidado de nosotros mismos y de
los demás. Toda crisis, todo descontento tiene que encausarse con el diálogo,
el gobierno tiene una alta responsabilidad en lograr el diálogo y acuerdo. En
las condiciones políticas que vivimos en Venezuela, las universidades también
deben cuidar no perder de vista su lucha, no caer en el juego de los que quieren
mantener en conflicto el país, a quienes el diálogo no es su opción y por ende
tampoco les importa que otros expongan su “pellejo”. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: inherit;">Soy
de la generación que comenzó a trabajar en Fe y Alegría faltando poco para
nacer el convenio AVEC-Ministerio de Educación, con este convenio se dio inicio
a una historia diferente para los trabajadores de la institución y de numerosos
colegios católicos que nunca tuvieron asegurado su sueldo y que se mantuvieron
en situación, muchas veces de penuria, a
causa de los retrasos en los pagos de sueldos y salarios.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: inherit;">Recuerdo
que mis compañeros contaban cómo, a
pesar de su trabajo diario, se
encontraban con que no tenían absolutamente nada en sus despensas (en un país
donde no había desabastecimiento en los supermercados), y en la nevera solo
guardaban botellones de agua porque con las quincenas o los últimos de mes, el
pago, por vía del subsidio que el gobierno otorgaba, simplemente no llegaba.
Hablo de educadores, personal obrero y administrativo que vivieron en
absoluta inseguridad laboral. Por
supuesto, esta situación generó malestar, inconformidad y conflicto en muchas
ocasiones. Colegios, familias y comunidades, se mantuvieron en lucha por
conquistar un trato justo por parte del Estado, por obtener la homologación con respecto a los
trabajadores del sector público, pues no solo era un problema de pago, sino de
derechos y beneficios laborales. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: inherit;">Fe y
Alegría y AVEC lograron el convenido con el Estado y los trabajadores
comenzaron a tener su sueldo a tiempo y homologado, esto último con reservas. Hay
algo que quiero subrayar en esta experiencia: la meta de ese momento se alcanzó
sin daños ni perjuicios a los estudiantes, ni a sus familias, ni a las
comunidades a quienes se debía la labor educativa. Fe y Alegría y otros
colegios católicos estuvieron en las calles, pero no pararon sus clases, no
paralizaron su trabajo; mucho menos de manera indefinida, esto era simplemente
impensable. Hoy se siguen presentando dificultades relacionadas con la
situación laboral, por retrasos en la firma del convenio y el no cumplimiento a
tiempo de los compromisos, pero dejar a los estudiantes sin clases como medida
de presión para obtener soluciones, no
ha sido y no es una opción. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Hago la
referencia a Fe y Alegría y AVEC solo con el ánimo de ver la experiencia vivida
por otras organizaciones que también han pasado (y pasan) situaciones de
conflicto, con problemáticas salariales y de desatención, tan dramáticas como
las que hoy vive la universidad. Creo en la lucha reivindicativa, en la
protesta de los educadores y de los estudiantes, pero creo también que podemos
hacerlo SIN afectar al lado más indefenso y vulnerable: los estudiantes. Ellos
son jardín de nuestra alegría, y un jardín se protege, se cuida.</span></span></div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-14203066141327541002013-05-22T20:08:00.000-07:002013-05-22T20:08:44.994-07:00Raíz de la violencia<br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
“Dos amigos querían ver el amanecer
y decidieron pasar la noche a orillas del mar para disfrutar de la belleza de
ese momento. Mientras transcurría el tiempo conversaban sobre cómo imaginaban
que sería el amanecer. A uno le parecía que sería como un canto de pájaros
rojos, naranjas y amarillos que derramaban su colorido sobre la tierra; al otro
en cambio, se le ocurría pensar que sería como si la mano de Dios dejara entre
las nubes un círculo incandescente cuya luz bañaba las aguas. Mientras
hablaban, a cada uno le parecía absurda la imagen del otro y comenzaron a
discutir. Cada uno trataba de convencer al otro de lo inapropiado de su imagen.
Como no se ponían de acuerdo, pasaron de la conversación a la pelea, que poco a
poco dejó de ser sólo verbal, para convertirse también en corporal. Se
insultaron, golpearon...y hasta llegaron a arrancarse los ojos. Mientras esto
ocurría la luz empezó a bañar las aguas del mar, se escuchaba el canto de los
pájaros y el cielo era un mosaico de colores. Pero los amigos, postrados en la
arena, ya no tenían ojos para ver la belleza de aquel amanecer”.<o:p></o:p></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Muchas veces actuamos como los
amigos de esta historia que escuché hace tiempo. No aceptamos al otro como es,
con su manera de pensar, sentir o actuar. Cuando nos encontramos con la
diferencia, en lugar de comprenderla, la negamos e imponemos nuestra manera de
ver las cosas. No logramos comunicarnos con el otro porque no escuchamos,
y hasta somos capaces de asumir actitudes destructivas con tal de imponer y ganar.
Empezamos de a poco: desacuerdos, discusiones, peleas, insultos... y vamos
incrementando hasta llegar a estadios mayores de violencia, donde no se
descarta ni la misma muerte.<o:p></o:p></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
No es exageración. Así empiezan los
conflictos, los grandes y los pequeños, los que vivimos en nuestro entorno y
los de más lejos. En muchos de ellos impera una misma actitud: la imposición de
nuestra verdad, necesidades, ideas, sentimientos, intereses... sobre los demás;
el deseo de dominación y ambición, la colonización manifiesta en las relaciones
humanas y en las formas de funcionamiento social, económico y político. El otro
no existe o es enemigo, importa mi partido, mi religión, mi bienestar, mi
estatus, mi poder. Cuando se entra en la dinámica de la intolerancia, del
egocentrismo exacerbado y la imposición del “yo”, la violencia se hace
procedimiento, entonces, nada importa… ni
siquiera la muerte, ¡hasta se le encuentra sentido!<o:p></o:p></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Nos ahogamos en violencia. Violencias
directas e indirectas, personales y sociales, coyunturales y estructurales.
Parte de la raíz de todas ellas está en las personas: tenemos el espíritu
enfermo por la falta de paz en el corazón, de esa paz que produce desapegarse
del poder, el afán de lucro, los miedos, heridas del pasado y prejuicios,
desapegarse del fundamentalismo del “yo” para dar cabida a lo común, al otro;
esa paz que hace posible no derrumbarse ante un insulto o maltrato o liberarse
de las cadenas que impone la cultura; esa paz que hace capaz de desear bien y
tratar con respeto al otro, aunque piense contrario, o de poder ver el amanecer con aquel aunque lo perciba
distinto. <o:p></o:p></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Esa raíz de la violencia también se
expande y se enreda en las estructuras injustas de nuestras sociedades
reproductoras de la pobreza y desigualdades entre los seres humanos,
reproductoras de un modo de relación destructivo de la naturaleza y de las
personas. Gandhi decía que "la primera condición de la no violencia es la
justicia en absolutamente todos los aspectos de la vida", mientras haya
injusticia, mientras haya imposición, pobreza, exclusión, destrucción de la
vida en cualquiera de sus manifestaciones, mientras los mínimos de una ética para la vida colectiva no se
respeten y la impunidad se deje correr por las venas de nuestro sistema, la paz
quedará lejos de la dinámica social. <o:p></o:p></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
La raíz del problema de
violencia es profunda y compleja, por ello no se combate con remedios puntuales,
no se termina con nuevos gobiernos (especialmente si mantienen prácticas
generadoras de violencia o actúan del mismo modo que critican), ni con más
policía o control aunque esto sea necesario. Si no abrimos distintos frentes
para atender raíces y aristas, esta batalla la perderemos. Si al DISCURSO sobre
paz no le ponemos ACCIONES de paz, verdadera voluntad personal y política el
futuro no reportará cambios, no lograremos tener una patria segura y mucho
menos pacífica.<o:p></o:p></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
La educación entra en este escenario,
no como accesorio, sí como fundamento. Requerimos de una educación para la
construcción de paz más allá de los centros educativos, una educación contundente
que involucre la sociedad toda, enfocada en la recreación del ser, en la
ruptura de la lógica del poder maniqueo y del egoísmo, para abrirnos a la
lógica de construcción de la comunión, del diálogo y resolución de conflictos.
Necesitamos de mejores seres humanos que aniden la paz en su alma y tengan
mejores herramientas para recrearla permanentemente, de mejores instituciones,
medios, políticas… enfocadas hacia la creación de la paz necesaria y su
sostenibilidad, pues sabemos: somos seres y sociedades inconclusas, la paz no
la hacemos propia para siempre. <o:p></o:p></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Necesitamos sumar ciudadanía para
esta orientación, para una mejor aldea y para un mejor mundo. La tarea que
tenemos es del tamaño de las nuevas amenazas de guerra, de la cifra de
asesinatos anuales que tenemos en nuestro país o de las agresiones que vivimos
o presenciamos en la vida política y social. La violencia se combate de raíz y
se vence con paz. Empecemos en nuestros pequeños espacios, esos en los que
tenemos absoluta soberanía y hagamos eco, sumemos voces que silencien los
gritos de tanto odio. <o:p></o:p></div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-72147867503347137992013-04-26T19:37:00.001-07:002013-04-26T19:40:51.195-07:00Educación y conflicto<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Hay
varias posiciones que un educador podría tomar en el aula y centro educativo ante
un ambiente de conflicto como el que vivimos en Venezuela, conflicto radicalizado
luego del no reconocimiento por parte de la oposición de los resultados de las
pasadas elecciones. Una posición es ignorar el conflicto, otra, tomar posición
y otra más, promover el discernimiento. </div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
No
pocos docentes prefieren pasar por alto la situación, no abordarla, continuar
la rutina del programa de la materia o proyecto de aula como si nada ocurriera.
Este “no pasa nada” puede darse no solo entre educador y estudiantes, sino también
entre colegas. No abordar el conflicto es una posición coherente con un enfoque
de educación centrada en prácticas y contenidos descontextualizados,
desconectados de la realidad que se vive; coherente también con el temor de
abordar los conflictos porque, erróneamente, se considera que así se mantiene
un clima de paz. Aquí es necesario
subrayar que la acción educativa disociada de la realidad simplemente no tiene
sentido; educamos para la vida, para la transformación del mundo que vivimos, ello no es posible si
desconocemos la realidad como fuente de aprendizaje, como principio de donde
parte la acción educativa. También es necesario considerar que la evasión del
conflicto, a la larga, genera distanciamiento, y el malestar solapado, tarde o
temprano brota en violencia; por tanto, no abordarlo se convierte en un mal simulacro de paz. </div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Otra
reacción es tomar partido, es decir ante la pregunta o planteamiento que surge
en clase, el educador marca a priori su postura y juicio de valor, esto significa
que responde según su afiliación o tendencia política, cosa delicada en este
ambiente de alta polarización, pues podría estar haciéndose parte de ella. “Tomar
partido” puede expresarse también entre colegas, si esto se hace desde el
enfrentamiento, el educador asume
actitudes de enquistamiento en la opinión propia, lo que genera tensión toda
vez que el tema surge. De alguna manera,
hay cierta coherencia de esta posición con un enfoque educativo donde se
aprecia el conocimiento como una verdad que el docente posee y debe enseñar a
los otros que no saben o no la tienen; desde este enfoque educativo se plantea
una relación vertical entre el educador y el alumno, entre el sujeto y el otro
distinto, del que no se tiene nada que aprender. Pero, cada vez es más evidente
que el saber se construye a partir de la investigación en un proceso dinámico; el
saber, la verdad, el conocimiento, la razón… no está en un solo lugar, ni en
una sola persona. Por otra parte, si bien la educación, dada su función social,
nunca será neutral, tampoco podemos hacer de ella un espacio para el
proselitismo partidista o de tendencias específicas, esto sería nefasto para
todos. Aprender ciudadanía responsable para participar en la construcción de
una mejor sociedad, función eminentemente política de la educación, nada tiene que ver con aprender una militancia particular; el educador puede
tenerla, es su derecho, pero no es su militancia, su idea, su posición lo que
va a enseñar. </div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Hay
otra posición más coherente con un enfoque de educación constructivista y crítica,
en la que el conocimiento parte del saber y experiencia de cada uno, cuya
metodología básica es el diálogo cultural, un diálogo crítico en el que, sobre
la base del intercambio y discernimiento se deconstruyen y construyen saberes. Un
educador que actúa desde ese marco no puede dejar pasar lo que ocurre en la
vida para hacer de ello una experiencia formativa por excelencia, debe poner al
estudiante en situación de aprendizaje a partir de la investigación, ayudar a
colocar en la mesa todas las versiones sobre los conflictos de la realidad;
debe proponer criterios basados en valores humanos para reflexionar lo que
ocurre más allá de lo que pueda ver cada uno, y llegar a promover acciones de
bien para beneficio de todos(as). Se trata de desarrollar en los estudiantes la
capacidad de discernir, analizar, reflexionar sobre la base de criterios éticos,
desarrollar la autonomía necesaria para decidir
por sí mismo en atención a dichos criterios.</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Si
queremos alimentar la paz duradera, la reconciliación nombrada por todos y
atendida por pocos en esta coyuntura política de álgido conflicto, debemos entonces recordar: No evadir, no encasillar,
no polarizar, SÍ dialogar en un marco de
comprensión de lo que ocurre y de reconocimiento de los sujetos diferentes.
Desde allí es conveniente, de cara a nuestros estudiantes, pequeños y grandes, tomar
en cuenta lo siguiente:</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
</div>
<ol>
<li style="text-align: justify;"><span style="text-indent: -18pt;">Escuchar sus preguntas, comentarios, preocupaciones,
experiencias a todos(as) por igual, sin descalificar ni etiquetar.</span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="text-indent: -18pt;">Procurar tranquilidad, si hay ansiedad o temores,
a través de la palabra oportuna, cercana, brindando afecto y respeto.</span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="text-indent: -18pt;">No</span><span style="text-indent: -18pt;"> </span><span style="text-indent: -18pt;">tomar
partido a priori ante los alumnos; el educador es facilitador de la reflexión,
eso no se logra si asume de antemano una posición, en todo caso que su posición
sea hacer la pregunta y animar a que surjan otras, proponer la situación de
aprendizaje </span><span style="text-indent: -18pt;"> </span><span style="text-indent: -18pt;">para ayudar a pensar
críticamente. El educador puede plantear su opinión con honestidad, como una
más, entre otras.</span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="font-size: 7pt; text-indent: -18pt;"> </span><span style="text-indent: -18pt;">Atender lo que el estudiante necesita, sin
abordar campos que no son su eje de interés, o abordarlos paulatinamente, en la
medida que se van presentando</span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="text-indent: -18pt;">Promover el diálogo entre los pares, pues no
tiene por qué ser el educador quien responda o de explicaciones siempre, él
puede generar la participación y el compartir de diversidad de puntos de vista
interviniendo para orientar.</span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="text-indent: -18pt;">Explicar de manera sencilla y sin dramas,
especialmente a los más pequeños, la situación conflictiva, haciendo uso de un lenguaje
acorde y atendiendo a nuevas preguntas que puedan surgir, dejando abierta la
esperanza en la superación de los conflictos y en que pueden ayudar a mejorar
si se saben enfrentar y resolver.</span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="text-indent: -18pt;">Agudizar los sentidos para VER los hechos,
sujetos e interpretaciones a través de informaciones de diversas fuentes.</span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="text-indent: -18pt;">Promover el análisis de causas, consecuencias,
intereses de diversos grupos involucrados, la verdad, y no tan verdad, que
puede haber en cada uno.</span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="text-indent: -18pt;">Plantear la reflexión sobre valores y actitudes
vinculadas a la paz, el diálogo, la democracia, el respeto…</span><span style="text-indent: -18pt;"> </span><span style="text-indent: -18pt;">y cómo promoverlas en medio del conflicto.</span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="text-indent: -18pt;">Promover la reflexión sobre soluciones,
alternativas, interpretaciones sobre lo que se puede hacer para resolver el
conflicto, </span><span style="text-indent: -18pt;"> </span><span style="text-indent: -18pt;">invitando a pequeñas acciones
posibles en sus espacios de convivencia.</span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="text-indent: -18pt;">Invitar y
compartir la experiencia de diálogo en la familia para que se fortalezca la
construcción de paz y ciudadanía en ella.</span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="text-indent: -18pt;">Realizar actividades que ayuden a tener paz
interior, a relajarse, a tener calma, a dialogar escuchando con respeto a los
compañeros(as). La oración y la relajación sin duda ayudaría a fortalecer el
espíritu de paz.</span></li>
<li style="text-align: justify;"><span style="text-indent: -18pt;">Cantar, bailar, dramatizar, jugar, pintar, orar…
la construcción de la Venezuela que queremos desde el diálogo posible.</span></li>
</ol>
<div style="text-align: justify;">
<!--[if !supportLists]--><br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Un
educador que asuma estos pequeños pasos o recomendaciones, desde el enfoque
planteado, debe vivir en sí mismo la búsqueda de las verdades entretejidas
en este laberinto. Una alta cuota de discernimiento vamos a necesitar para no desapegarnos
de nuestra misión como formadores de personas y ciudadanos, hermanos en la
construcción de paz y vida. </div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-37406369857081345672013-04-18T06:25:00.000-07:002013-04-18T06:25:20.883-07:00SÍ SE PUEDE<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
El
16 de abril nos reunimos alrededor de 25 personas en una oficina en el centro
de la ciudad de Maracaibo, en medio de un clima de alta tensión en el país
después de las elecciones, dado el rechazo de sus resultados, denuncia de
fraude y solicitud de auditoría por parte
de la oposición. Veníamos de una noche de cacerolazo propuesto por la
oposición. Éramos compañeros de distintas tendencias políticas: los que
apoyaron a Maduro y, por tanto, veían que la oposición debía aceptar la
legitimidad que le confiere los resultados de las elecciones; los que apoyaban
a Capriles en su denuncia de fraude y solicitud de reconteo de 100% de votos;
los que creían que ambos quieren mantener al país enfrentado y generar
condiciones para un golpe… en fin; los que cacerolearon, los que colocaron
música y los que trataron de entretenerse con otras cosas entre cacerolas,
música y cohetes. Estábamos desde
nuestra condición de ciudadanos distintos tratando de entender qué estaba
pasando en el país, y aunque estábamos convocados para tratar otros asuntos,
pareció que el punto obligado, necesario, urgente e importante era la crisis
política. (Y lo sigue siendo…)</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Quiero
referirme a este espacio no por los análisis que se realizaron, por momentos
encontrados, pero en su mayoría coincidentes; quiero hacer mención y compartir lo que fue este momento subrayando
el acto de diálogo, el ejercicio pleno de lo que la palabra desarmada puede
lograr. Cada uno contó situaciones
vividas durante los días anteriores, desde la elección misma, cómo recibió su
desenlace y lo que vino después. Caímos en cuenta de cosas comunes, la más
evidente y que estaba más en la epidermis era la violencia. Muchos vivieron,
como víctima directa o como testigo, situaciones de violencia donde estaban
involucradas personas de la oposición y personas del oficialismo, unas veces
como responsables, otras como víctimas. Es llamativo, pero vimos en esas
experiencias que no se trataba de hordas “fascistas” o del “régimen” organizadas
y armadas que venían explícitamente a acabar con gente de uno u otro bando. No.
Se trataba de gente sencilla, ciudadanos comunes y corrientes que, en una
situación de pasión política desbordada, fue capaz de agredir; como la señora
que lanzó una paila en la cara a otra persona, el que no dejó que un miembro de
la familia caceroleara y terminaron en golpes, o el que caceroleó o colocó cohetes
justo en el frente o la ventana de quien sabía era de otra opinión. Violencias
“pequeñas”, violencias “grandes”, pero era pueblo contra pueblo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Ver
la experiencia de todos ayudó a sentir que necesitamos repensar el rumbo, porque
están abriendo más la brecha que nos separa, y estamos dejando que nos metan
gol. Podemos expresar nuestros desacuerdos, opiniones, sentimientos, pero desde
el respeto al otro que piensa y siente distinto. Uno de los compañeros decía “¿qué
nos queda de esto?”, los lideres ganarán poder en momentos, lo perderán en
otros… pero ¿qué somos si perdemos los vecinos, los amigos, los familiares
porque también asumimos la intolerancia como respuesta?; ¿qué somos si perdemos
a quienes tenemos al lado, a quien vemos cara a cara? No seríamos más que
personas deshumanizadas. No queremos eso.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Afortunadamente,
porque también así somos, vivimos experiencias de solidaridad, de respeto y
compasión. Una compañera decía que fue a votar en su pueblo y desde donde
estaba tenía que caminar un largo trecho para su centro de votación. Como dicen
“en pueblo pequeño, infierno grande”, todos saben por quien vota cada uno, y la
gente estaba organizada para ayudar a transportar a los de su bando. Pues ella
cuenta cómo en ese camino largo, la vieron y simplemente, la camioneta del otro
bando se paró, ella se montó y con absoluto respeto, en silencio sobre ese
tema, continuaron la marcha, todos sabían que ella no votaría por el candidato
de los que estaban allí, pero eso no fue razón para dejarla, lo mismo le
ocurrió al regreso. Terminó diciendo, “la compasión no tiene color”. ¿No es
grande esto? Por qué en lugar de exacerbar “arrecheras”, no exacerbamos
compasión, bondad, escucha, diálogo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Hablamos
del diálogo necesario que debe producirse entre las cúpulas del gobierno y
oposición, hablamos de la necesidad de que haya un mínimo de humildad para
respetar, reconocer y concertar. Pero más allá de eso lo que está en nuestras
manos, la de los venezolanos y venezolanas que no estamos en esas cúpulas, es
poder mirarnos a los ojos, reconocer que tenemos derecho a pensar y sentir
distinto, a defender nuestras posiciones, pero desde el respeto mutuo. Nosotros
lo logramos, por eso decimos que sí se puede. Nadie intentó convencer a nadie,
simplemente nos escuchamos. Nadie sintió que el otro era más o menos
inteligente, más o menos venezolano (a). Salimos interpelados, sintiendo que
debemos ser instrumento de paz desde donde estemos, de encuentro en esta
Venezuela de tanta palabra hueca, pero también de tantas posibilidades; terminamos
encontrándonos también como compañeros católicos, evangélicos, ateos… porque en
este tema también somos distintos, pidiendo a Dios PAZ para nuestra querida Venezuela
y sabiduría para ayudar a que sea posible, escucha para saber nterpretar sus
signos en este suelo que es de todos(as).</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-16469881936342943552013-04-13T16:52:00.003-07:002013-04-13T16:54:34.781-07:00Gimnasia para después de elecciones<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Después
de este relámpago contundente que ha significado la campaña electoral en
Venezuela, vamos a necesitar ejercitar dos verbos esenciales para poder
convivir en paz y tratar de avanzar hacia la superación de la polarización. Esos
verbos son: reconocer y concertar. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
La democracia y, por consiguiente las
elecciones, trata, entre otras cosas, de que la mayoría decide lo que considera
conveniente al país, y de que todos acatan la decisión de esa mayoría. Reconocer
los resultados de la consulta supone respetar no solo el resultado, sino a sus
partidarios. La mayoría no es ignorante, vende patria, golpista o cualquier
calificativo ofensivo porque opte por
una u otra alternativa. Justamente, en democracia, cada quien tiene la
posibilidad de expresarse, de hacer ejercicio de su derecho y deber, por ello
nadie bota el voto, todos votan con sentido; no existen unos que votan bien y
otros mal. A todos nos toca entender que lo racional, inteligente, culto o adecuado,
no es solo lo que pienso; en este juego de intereses, las razones del otro son
también válidas. Por ello, aquí se trata de reconocer lo que quiere la mayoría,
aunque no lo comparta, aceptar sin recriminaciones, ni sabotajes. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Pero
también es necesario reconocer la minoría. Hay una parte del país que se verá
desfavorecida con el resultado, que cree y seguirá creyendo en la alternativa
contraria. La minoría, también identificada en aquellos que no logran ver en
ninguna opción un camino convincente, los que no logran recuperar la confianza
en ninguna propuesta o líder, esos “ni ni” queridos por nadie porque son una
piedra en el zapato, o de aquellos que se mantienen al margen, pues no se
sienten llamados a participar como ciudadanos en el espacio público. Reconocer la
minoría diversa porque todos son sujeto de derecho. Todos somos “otro”,
merecedores de respeto, hasta vendría
bien simplemente contemplarnos en la diversidad para redescubrir que existimos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Este
es un verbo complejo, pero podemos practicar al menos algunas actitudes
indicativas de su incorporación en nuestro itinerario de vida. Algo tan simple
como reconocer al ganador; tan simple como no ofender ni hacerse eco de
ofensas, de esas con las que se inundó el facebook el 8 de octubre de 2012; guardar
silencio para comprender y escuchar al otro antes de ponerme a convencerlo de
lo inapropiado de su opinión. Tan sencillo como respirar profundo y cargarnos
de un poco de humildad para admitir equivocaciones y enmendar, esto sin duda
ayudaría a generar confianza, esa
palabra tan dura de recuperar cuando se pierde. Tan apropiado como desterrar la
burla y el cinismo, o simplemente dejarlas que pasen sin afecciones. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Todos
tenemos diferencias en nuestras percepciones de la realidad, pero también
tenemos puntos de encuentro. Si nos ponemos a definir nuestro sueño de país,
seguramente habrá rasgos que se
aproximan. Es aquí cuando nos encontramos en condiciones para conjugar el otro
verbo. Concertar supone poner en ejercicio la capacidad de ver lo que nos une, porque esos puntos de
coincidencia que existen en los qué y los cómo construimos país, puede que estén
allí más cerca que lejos. A menudo la oposición ha asumido una actitud de
absoluto rechazo a las iniciativas y propuestas del gobierno, a menudo el gobierno
ha reaccionado alérgicamente ante la diferencia. Podemos hacer el ejercicio de
ver con positividad lo que puede ser conveniente para todos, sin que eso
signifique una suerte de abandono de la opción política. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Lo
radical en la democracia debe ser el acuerdo para poder convivir unos y otros
sin abusos ni colonialismos. Concertar implica dialogar, necesitamos un llamado
al diálogo a los distintos sectores del país con una agenda sobre los problemas
neurálgicos que vivimos; un diálogo donde podamos valorar las iniciativas que
se han adelantado en diversas materias y donde se pueda incorporar nuevas
apreciaciones y aportes. Un diálogo incluyente que permita matizar, evitar el
radicalismo y ese afán dañino de culpabilizar eternamente, cuyo interés supremo
que mueva no sea el dinero, sino el
bienestar de toda Venezuela.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
El
primero que debe convertir en acción este verbo es el líder vencedor y su equipo,
ellos deben poner la pauta, es decir la mediación para lograr la concertación.
Pero también están los líderes de la oposición, porque mal papel harían si se
enquistan en la indisposición. Ambos deberían pensar en dar paso a líderes
apropiados para negociar. Algo se gana y algo se pierde cuando se concerta
entre radicales, eso no los desvirtúa, no los vacía de identidad. Si ambos no
ven matices, y se mantienen en los extremos, entonces sería sumamente difícil
convivir en sana paz. A los ciudadanos también nos toca poner en acción este
diálogo, porque si no logramos hacerlo en lo pequeño, en el carrito por puesto,
en la casa, en esa amalgama que es la cotidianidad, mal podríamos exigir o
esperar que surja en lo grande. Reconocer y concertar, dos verbos, dos
acciones, esa es la gimnasia para después de las elecciones.</div>
</div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-61139718294724597232013-03-24T08:54:00.000-07:002013-03-24T08:55:58.222-07:00San Romero<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
1980-2013,
33 años del asesinato de Monseñor Romero, San Romero de América, pastor y
mártir, bautizado así por la palabra perfecta de Pedro Casaldáliga, asumido así por el pueblo
salvadoreño a quien Monseñor acompañó en una terrible época de guerra
civil, olvido, pobreza total y masacres,
cuyos gritos aun no se silencian. </div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
San
Romero de América, su homilía no murió a pesar de la bala acertada que le segó la
vida; sigue resucitando más allá de las fronteras del suelo donde sembró su
sangre, dejó el país para expandirse por toda la patria grande: la América
semejante, una vez más, en la historia común de crueles dictaduras que plagaron
de muertes y desaparecidos este continente. Romero vive en todo aquel que lleva,
hasta los confines, la opción radical por el pobre, en todo aquel que sigue a
Jesús de Nazaret en el vivir
construyendo su mensaje. </div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Ya
Romero es Santo, el pueblo salvadoreño lo canonizó el 24 de marzo de 1980
cuando cayó abatido por la intolerancia de la hegemonía de los poderes instalados
en El Salvador. El pueblo latinoamericano lo canonizó, muy por encima de lo que
El Vaticano pudiera juzgar, porque comprendió cómo fue testimonio de un Dios encarnado
en la vida de los que sufren para dar esperanza en medio de las tragedias, una esperanza que lucha, denuncia atropellos
y anuncia bienaventuranzas a los sencillos. </div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Romero
se transformó para hacerse uno con los pobres, hizo de su homilía la escucha y
la voz del pueblo a quien se le mutilaba
la palabra y la vida. Hacer presente a Dios en medio de una guerra implicó el
mandato categórico “En nombre de Dios ordeno: ¡cese la represión!” mandato
pronunciado en aquella homilía insoportable para los causantes de tanto dolor, palabra
valiente, segura, sin miedo en sus letras, a viva voz sabiendo la amenaza de la
muerte. Romero terminó como el Cristo crucificado, sentenciado por los poderes,
incomprendido por parte del clero que interpretó su compromiso cristiano como
ideológico; por eso, aunque aún no hayan decidido canonizarlo, ya lo está en el
corazón que mantiene viva su memoria, a pesar del transcurrir del tiempo, porque
como él mismo dijo, resucita en su pueblo.</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
El
Vaticano tiene una deuda inmensa con el pueblo creyente de América Latina, con
comunidades eclesiales que han donado la vida al lado de los excluidos, con
religiosos y religiosas que padecieron martirio en medio del silencio de la
alta jerarquía eclesial, una jerarquía que sentenció la teología de la
liberación y amordazó algunas de sus voces más diáfanas. La imagen del Papa
Juan Pablo II frente a Ernesto Cardenal arrodillado a sus pies mientras lo
señalaba enérgicamente dio la vuelta al mundo para dejar claro que el Vaticano
no respaldaba ese genuino movimiento de iglesia, movimiento que entendió: la fe
no puede ir de espaldas a la injusticia padecida por las mayorías pobres del
continente. El Vaticano adeuda la canonización de Romero, en el marco de esas
otras deudas que tienen de fondo un mismo sentido: la incomprensión del
seguimiento fiel a la vida, mensaje y estilo de Jesús de Nazaret aquí y ahora.</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Aunque
de hecho ya algunos lo nombremos Santo, en efecto la canonización de Romero
sería una señal singular de un viraje en la iglesia católica, una vuelta hacia
la opción por los pobres, un punto sobre una “i” mayúscula, indicador de que una nueva brisa sopla para
recordarnos que Jesús nació pobre entre los pobres, anunció la buena nueva, no
desde la comodidad y la distancia, si no en el caminar con los sencillos. Una
esperanza corre por las venas de esta América, ojala el nuevo Papa Francisco I
pueda comprender el sentir de buena parte de la iglesia latinoamericana; comprender,
con el corazón puesto en esta tierra, el deseo de numerosos feligreses de ver
reconocida la vida santa de un pastor y mártir que fue transformado por el amor
compasivo, no ideológico, entregado hasta más allá de los límites de la muerte;
el deseo también de sentir una iglesia mas parecida a los compañeros que siguen
a Jesús y se hacen instrumento para la construcción del amor de Dios en esta
tierra.</div>
</div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-44062542711793901692013-03-20T07:36:00.005-07:002013-03-20T12:54:39.225-07:00Abuso e Irracionalidad<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
La
campaña electoral en Venezuela raya en el abuso y la irracionalidad. Una
campaña mesurada, no abusiva, supone seguir los procedimientos ajustados a
nuestra constitución y leyes. Cumplir con el reglamento es básico, no hacerlo revela una lógica de excesos que
salpica todo proceso, pues no se respetan las condiciones para participar con
equidad, para poner un orden mínimo que permita que las cosas funcionen en un
marco normativo claro. No separarse de
un cargo público para ser candidato, adelantarse a la campaña obviando las
fechas planteadas, hacer uso inadecuado o aprovecharse de recursos,
estructuras, personas, medios… son ejemplos de un abuso peligroso. ¿Para qué se
colocan las normas si no van a respetarse? Es claro que en Venezuela se tienen,
en muchos casos, para demostrar quién tiene poder, para interpretar su
contenido según el interés del sujeto
que las necesita. Es peligroso
esto, no solo porque la ilegitimidad se hace costumbre, sino porque nuestra
generación joven está aprendiendo a vivir en una tierra sin ley; lamentablemente,
después recogeremos tempestades, nos rasgaremos vestiduras cuando,
irremediable, nos golpee la anarquía sembrada.</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Lo
racional en una campaña electoral sería
pensar los problemas y proponer caminos para superarlos. Lo racional sería presentar
argumentos que van a hacer pensar al electorado que un candidato determinado es
la mejor alternativa. Pero, ¿qué ocurre aquí? Ocurre que las estrategias que
están marcando pauta en la campaña son las de anulación de las personas, no la
de presentar proyectos para resolver los
problemas. Para anular las personas es bienvenida la acusación, el insulto, el
rumor, la burla, el encasillamiento, la humillación y el maltrato con el
lenguaje violento que le hace juego. El
ataque a las personas es una de las falacias, a mi juicio, más graves de la
argumentación, absolutamente destructiva; es la inexistencia del argumento, y
sin argumento, no hay razón. Esto es terreno fértil para el enfrentamiento.
Aquí también nuestros jóvenes aprenden de nuestros líderes: quien insulta más,
quien habla con más gritos, quien humilla y es más cínico, ese es el mejor. Si esto es lo que se siembra, pues también
recogeremos tempestades a la vuelta de no muchos años.</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
¿Cuánta
acusación falsa ha lanzado como metralleta la oposición, cuánto insulto ha
propinado el oficialismo? Vendría bien un análisis del discurso para detectar
cuánta palabra se pronuncia en este sentido, sería un análisis que seguramente
produciría desconsuelo a quienes deseamos otro modo de hacer las cosas, otro
discurso. Oposición y oficialismo, así, sin nombrar líderes; porque, es
lamentable, hay un público seguidor reproductor de tales acusaciones e
insultos, un público que disfruta, como el típico que, en una pelea de puños, aúpa
a los contrincantes a que se den más duro porque es muy “chévere” ver como se
destrozan, y no sólo eso, sino que también aprovecha para lanzar lo suyo. Lo
peor del caso es que ninguno siente que se equivoca, por tanto, ninguno rectifica.
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
Estamos en una carrera desesperada por el
poder, esto no es condenable, pues en la política la pureza no existe, el poder
es el objetivo y hacia allá se enfilan las baterías, hacia allá se va con
“todo”; PERO esto no puede ser a costa de lo que tenemos que soportar las
mayorías que deseamos una Venezuela pacífica. No es pureza lo que pedimos, es
respeto, es reconocimiento del otro. La polarización está cercenando nuestra
vida cotidiana, porque los políticos trasladan al ciudadano común sus modos de abordar la política, y la estrategia
es seguir alimentando el desencuentro; aunque por momentos existe un llamado a
la unidad, este llamado es absolutamente vacío, es palabra hueca, porque no
está acompañado de sinceridad y, sobre todo, de actitudes y acciones.</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
En
este mes, y en los tiempos posteriores a los resultados del 14 de abril, el empeño
debe estar orientado a seguir y defender lo que cada uno considere adecuado,
pero desde el respeto a las bases jurídicas que establece nuestra constitución,
sin abusos, en equidad. El empeño debe estar en proponer alternativas para resolver los graves problemas que tenemos, desde
la razón y no desde la reacción; ¿por qué no?: manteniendo las bondades de la
revolución bolivariana, sin mezquindades, convocando los talentos de todos los
venezolanos, sin mezquindades. Para ello, necesitamos un modo distinto de hacer
campaña que, en sí misma, de pasos de superación de la polarización, porque
este camino de desencuentro nos empaña a todos y todas, nos mantiene sumergidos
en un abismo.</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div style="text-align: justify;">
En
estos tiempos de campaña va a ser imperativo un PACTO DE PAZ, más temprano que
tarde será necesario, un pacto que implique unas actitudes y unos acuerdos en
función del reconocimiento y respeto de todos los venezolanos, porque nosotros,
los ciudadanos comunes, tenemos derecho a tener líderes que entiendan lo que
queremos las mayorías, tenemos derecho a tener vecinos que puedan dialogar,
derecho a unas redes sociales y medios de comunicación que no se conviertan en
selva de improperios, derecho a exigir de nuestros líderes revisión de sus
procedimientos si en realidad piensan en Venezuela. Aquí no queremos más odio, entiendan, no
siembren más vientos, porque no queremos recoger tempestades.</div>
</div>
</div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-56201172219056206822013-03-11T05:29:00.000-07:002013-03-11T05:30:43.706-07:00Espiritualidad para los opuestos<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Cuando supe de
la muerte del presidente, estaba en la calle, con un celular descargado y sin
acceso a las redes. Al poderme conectar, entré en twitter y el primer twett que
se me puso a la vista fue: “Dios: te devolvemos el problema que nos enviaste.
Muere Chávez”. Así como esa frase, llovieron otras tantas. La verdad que no
estoy segura si lloré en silencio por el dolor de la pérdida prematura de un
líder que revolucionó la vida del país (y en este punto aclaro que no he sido chavista), o por recibir, una vez más,
la bofetada de un odio que carcome nuestra nación como el cáncer que se llevó a Hugo Chávez
Frías la tarde del 5 de marzo. Han
pasado varios días… las descalificaciones no cesan, ahora toman un nuevo aire
mucho más cruel y directo ante la nueva coyuntura electoral. </span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Cada día que
pasa constato: vivimos tiempos de vacío espiritual. Tanta religión, tanto
santero, tanta nueva era... ¿nos ha
alimentado realmente el espíritu? Porque cuando nos reímos del dolor de otro,
cuando celebramos la muerte de una persona en medio del llanto de quienes lo
sufren, estamos reflejando la terrible oscuridad
en la que andamos. No lo digo solo por algunos sectores de una oposición ciega,
radical en su intolerancia. Lo digo también por un gobierno que delata su
pequeñez cuando no concede una medida humanitaria a un preso enfermo, o que no
otorga protección a quien rogó por su vida para terminar más tarde impunemente
asesinado, o que utiliza un cuerpo y su memoria para hacer campaña electoral. Lo
digo incluso por quienes denuncian la inexistencia de Dios en el otro y no ven
su propio vacío; por quienes han creado y siguen creando ídolos a nuestra pobre
medida: el status, el dinero, el poder, el miedo. Por quienes son capaces de festejar
y montar grandes shows alrededor del asesinato de un animal indefenso y otros
tantos detalles inmensos que dan cuenta de un humanismo ausente. Vacío
espiritual que vivimos, viven unos y otros y que transmiten en sus
lenguajes, actitudes y discursos multiplicando en sus seguidores la
monstruosidad de un modo inhumano de ser, lamentablemente copiado por muchos.</span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Necesitamos liberarnos
del miedo al otro, del apego al poder y la omnipotencia del “hombre”, del afán
de imponer la verdad propia que no da espacio a la escucha. Necesitamos alimentar
una espiritualidad para el ciudadano común, espiritualidad posible hasta para
el que no cree en Dios; porque cada quien, desde su credo, puede sembrar vida,
o por el contario, multiplicar la maldad. Una espiritualidad que nos ayude a
trascender las tragedias, trabajar en sueños y proyectos comunes, mirar más
allá para descubrir lo que nos une y ser capaces de tender puentes. Espiritualidad para una vida simple, para
actitudes de bien que, en silencio, permitan construir grandezas. Espiritualidad de la unidad, que nos ayude
a vernos como iguales, como hermanos, aunque seamos opuestos. Espiritualidad de
redención de los históricamente indefensos: los pobres, los niños, las mujeres,
los ancianos, los distintos... no para crear nuevas esclavitudes o nuevos
execrados, sino para dar cabida a todos y todas, con sus nombres y apellidos. </span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Podemos ser
testimonio vivo de apertura y
flexibilidad para el encuentro con el misterio del otro; constructores de fraternidad
o, al menos, de la convivencia mínima necesaria que nos permita compartir en
equidad y justicia un mismo espacio geográfico e histórico. Caminar en esta dirección supone unos mínimos:
el esfuerzo de comprensión de la realidad y sus distintos escenarios y sujetos,
el esfuerzo de diálogo como camino para los acuerdos que ayuden a superar la
crisis que vivimos, la disposición para ver la basura y las bondades, tanto en
los ojos del oponente, como los de mi bando. Quizá necesitamos también unos
máximos: una voluntad política y ciudadana
gigante para no reaccionar con odio ante el odio, para abandonar el interés particular y pensar
en el país, perdonar las ofensas y no hacernos eco de ellas.</span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">En este tiempo
que vivimos, este tiempo de una Venezuela que duele, tendremos que hacer un gran esfuerzo por sacar
lo mejor que tenemos guardado en el alma, abrir las puertas a las bondades para
ofrecerlas por un país, una sociedad que sea expresión de la riqueza propia del
espíritu que nos une. Esto se aprende, no sale de la nada, es nuestra
corresponsabilidad aprenderlo y enseñarlo. </span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Me aferro a la
esperanza de que sí vamos a poder levantarnos, que sí pueden crecer voces
distintas en medio del tumulto, que sí nacerá la cordura porque no dejaremos
morir nuestro espíritu, ese capaz de ver en el otro un hermano con el mismo
derecho que yo a una vida digna, con talentos y miserias, igual que yo, para
hacer patria. Este es mi credo, este es mi acto de fe. </span></div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-21800463646267483722013-02-23T10:24:00.003-08:002013-02-23T11:16:02.683-08:00Tenemos familia (1) Por una educación inclusiva<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Marcos, de siete años, leyó a su madre la lectura que la maestra le
había asignado para compartir con su familia. Tomó la hoja y comenzó: “En la
familia, papá vive con mamá y, entre ambos, deben criar a sus hijos en un
ambiente de armonía y unión; así es la familia cristiana…” Marcos terminó de
leer, le siguió un silencio que terminó con lágrimas en los ojos, porque hacía
dos años papi y mami se habían divorciado.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Cuántas
veces obviamos las realidades que viven los estudiantes y en lugar de dar
elementos para construir sus identidades,
desde la valoración de lo que son, colocamos banderillas hirientes en su
historia, que en nada ayudan a comprender lo que viven. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
En el
ámbito de la familia, la realidad es diversa, como lo es en la religión, la
política o cualquier aspecto de la vida colectiva; conviven diferentes estructuras
o maneras de constituirla; no existe como <b>modelo
único</b> la familia nuclear tradicionalmente conformada por papá, mamá e hijos
(as) que viven bajo un mismo techo, mucho menos en sociedades, como la nuestra,
donde la familia extensiva (diferentes miembros unidos por lazos consanguíneos:
abuelos, tíos, primos…, incluso miembros unidos por lazos no consanguineos)
están presentes de manera activa en la vida familiar; cada día se abre paso la
familia monoparental (mamá <b>o</b> papá <b>e</b> hijos) e incluso, a pesar de lo
escandaloso que pueda resultar, la familia homoparental (parejas de hombres o
mujeres con (o sin) hijos), o familias con “mis hijos, los tuyos y los
nuestros”. La diversidad en la manera de
estructurar la familia no es nueva,
siempre ha existido, pero quizá ahora se amplía.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Tener
pareja sin una vida compartida, criar hijos en soledad, decidir no tener hijos,
iniciar la vida de familia sin el matrimonio como paso previo, diversos sujetos
compartiendo un techo, los lazos más allá de la consanguinidad o la apelación al divorcio de matrimonios
constituidos, dan cuenta de la brecha que se abre entre la realidad y la
asunción del modelo de familia nuclear; vamos además asistiendo a
transformaciones culturales y sociales que sin duda están teniendo su efecto en
las nuevas formas de constituir familia: el nuevo rol de la mujer en la sociedad y la
apertura hacia la diversidad en las identidades sexuales, constituyen ejemplos visibles de ello.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Es
necesario ampliar la perspectiva al momento de abordar la familia como
contenido educativo si queremos aportar a su fortalecimiento; que, muy por encima
de cualquier crisis, muy por encima de los modelos o de las problemáticas que padece, se
mantendrá, como se ha mantenido en el tiempo, porque todos los seres humanos necesitamos de
una “familia” para poder vivir, para
poder reproducirnos, asumir la crianza de los pequeños, recibir y dar seguridad,
afecto, posibilidades de bienestar económico y social, hasta simplemente por
necesidad de amor y compañía. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Sería
muy negativo ponernos vendas ante la complejidad y la diversidad, sería
negativo si el enfoque de fondo que le
imprimimos a la educación que promovemos se centra en la homogenización, pues
“el modelo ideal” se puede convertir en juez que sataniza la experiencia vital
del otro. No se trata tampoco de negar el modelo de familia nuclear, sino de
flexibilizar el ideal para dar cabida a otros modos de ser familia porque
simplemente existen, se trata además de reubicar el modelo considerando las
relaciones interpersonales, más allá de la estructura; es decir, en poner el
acento en la calidad de las relaciones entre sus miembros, no solo en quiénes
son. Como educadores tendríamos que preguntarnos ¿qué podemos hacer para formar en pro de la construcción de
familia atendiendo a la complejidad y diversidad que vivimos?, si optamos por
el respeto a la diversidad, ¿qué supone esto en el campo de la educación para
la familia?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Quizá
lo primero es que el educador conozca y comprenda la experiencia de familia del
educando, bien sea niño, niña, joven o adulto. Comprenda que “mi familia es la
que tengo”, y ayude a que los estudiantes reconozcan su propio núcleo, asumiendo
y significando sus luces y sombras. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Vale
la pena ayudarles a comprender, que no existe la familia absolutamente
armónica, por el contrario, las familias
viven multiplicidad de situaciones conflictivas; sin embargo, siguen siendo
familia. Porque junto a esas situaciones,
también se viven alegrías, lazos, bondades que mantienen atados a sus miembros.
Que descubran que los seres humanos podemos reconstruir, reorientar, buscar
nuevos modos de vivir y ser feliz cuando no se da el ideal socialmente aceptado.
En este sentido, más que centrar el esfuerzo educativo solo en promover una
estructura de familia, dada la realidad, y sin negar el ideal, el centro de atención debería estar en los estilos de relación que
se establecen dentro de ella, en la manera como se enfrentan los conflictos, en la manera como se distribuyen y se asumen los roles o
responsabilidades, en las actitudes y valores que se viven entre los sujetos
que la conforman; porque puede haber hogares con la presencia de los padres,
pero las relaciones son dañinas y pueden
dejar traumas equiparables a las de un divorcio mal llevado. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Presentemos
experiencias de vida, no solo de parejas, también de abuelas(os), de madres o
padres solteros, hermanos(as)… porque en ellas seguramente habrá luces para vivir, ayudemos que los estudiantes vean
qué valores, dones, enseñanzas…
encuentran en su propia experiencia de vida y en la de otros que les ayude
también a ver la diversidad sin sentirse amenazados (as). Veamos la familia de Jesús de Nazaret como
modelo, si existe una identidad cristiana en el contexto educativo donde se
desarrolla la labor educativa, pero ojalá que sea para descubrir en ella
valores que nos hagan más humanos, no para hacer sentir a los estudiantes que
su familia no es cristiana porque en casa no está papi o mami. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Educar
para la familia supone muchas cosas, hoy subrayo el necesario respeto a la
diversidad, la valoración de lo que tenemos y el poner el acento en lo que nos
hace familia aunque no vivamos el modelo de familia nuclear.</div>
<br />Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-63426184468269157012012-11-16T18:09:00.000-08:002012-11-16T18:12:49.556-08:00Cuando el otro es agresor<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Hay
relaciones en la familia, el trabajo o la
comunidad que producen bienestar porque nos enriquecen, nos hacen más humanos, alegran y dan sentido
a nuestro paso por este mundo. Son
relaciones que establecemos con personas llenas de dones, personas
optimistas, solidarias, tolerantes… con las cuales es fácil comunicarse o tener sintonía;
incluso son personas con las que podemos
entrar en franca comunicación aún siendo
diferentes, pues la diferencia no supone conflicto, aislamiento o rechazo; en
todo caso, si se produce el conflicto hay capacidad de trascender y continuar
con la relación fortalecida. <br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Pero
no siempre en la vida nos encontramos con ese tipo de personas y no siempre son
relaciones de crecimiento las que se pueden establecer con todos y todas. Hay
“otros” y “otras” que son agresores, cuyo estilo de relación con los demás es
violento y generador de violencia. El agresor puede serlo de distinto modo: con
el uso del lenguaje irónico o soez, la descalificación del otro, el
enjuiciamiento, el uso de la etiqueta para acosar o hasta el maltrato físico. Estas
personas están en las familias, la escuela, el trabajo, y la comunidad en
general. Las podemos tener de todas las
edades, pues es un patrón de conducta y comunicación que se puede ir asumiendo
desde temprana edad hasta afianzarse en
la adultez.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Aunque
creemos en la tolerancia y el respeto al otro como principio que debe orientar
nuestro estilo de relación con los demás, esto no significa que debemos aceptar
y “aguantar” que el otro sobrepase sus límites y agreda bien sea psicológica,
moral o físicamente. Las parejas, los
hermanos, vecinos, compañeros de trabajo o ciudadanos estamos llamados a vivir
fraternalmente, a alimentar el amor, la
amistad y compromiso por el bienestar de
todos, y eso supone rechazar el abuso del otro, cuando este es agresor o
manifiesta comportamientos agresivos. <br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
He
visto y escuchado historias, algunas de ellas plasmadas en autobiografías que
dan cuenta de cómo sus protagonistas han
sido víctimas de relaciones marcadas por
la violencia, he visto especialmente
como muchas mujeres han mantenido calladas una dominación perpetua con
respecto a sus parejas, por un particular modo de entender lo que es la
tolerancia o lo que es el amor.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Ciertamente,
toda persona necesita de comprensión. Ante un “otro” que agrede, lo primero es entender por que actúa como actúa, de dónde
nace su reacción, su ironía, su violencia, esto nos permite comprender que
probablemente la persona ha sido víctima de agresiones en su propia historia de
vida, tiene heridas no sanas que afloran inconscientemente en sus actitudes, por
tanto, ante ello, no podemos colocarnos en situación de ataque a la persona,
seguramente ella misma sentirá rechazo de sus propias reacciones, o no
comprenderá por que las asume y mucho menos cómo encausarlas. Necesitamos
rechazar la acción violenta, no a la persona en si misma. Para ello también es
importante lograr ver sus dones, sus cualidades y que la persona también pueda
reconocerlas.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Pero
la comprensión no basta, un segundo paso es ayudar al otro para acompañarle a concienciar su actitud y la incidencia que la
misma tiene en los demás; una vez más para ello es fundamental el diálogo
sincero y respetuoso. Mal podríamos ante
un insulto responder del mismo modo, pues esto es justamente lo que el otro
espera para seguir su escalada de maltrato. Es necesario sobreponernos a la
reacción primaria para trascender y ubicar la actitud del otro. Esta ayuda
también puede implicar la búsqueda de orientación profesional, en el campo
espiritual, psicológico o de salud, pues muchas veces se necesitan herramientas
más amplias de ayuda, que sobrepasan nuestra posibilidad. Cuesta mucho aceptar
que esto es necesario, supondría aceptar que “solo no puedo” y, en un falso
imaginario, aceptar que “estoy enfermo o loco”. Por ello, el desenlace de
relaciones con agresores sería ideal si quien agrede cae en cuenta de su actitud
y de lo que genera su estado para proponerse la enmienda; si quien necesitando la ayuda la acepta
y la sigue; pero lamentablemente, muchas veces no es esto lo que ocurre. <br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Si
reiteradas veces un marido agrede, un compañero insulta, un hermano enjuicia,
un jefe acosa, o una madre golpea; si
reiteradas veces el círculo agresión, arrepentimiento, perdón, agresión se
repite manteniendo a la víctima en situación de maltrato, o el abuso de poder
se sostiene; entonces ya no basta el
diálogo, ya no basta la orientación, hay que transitar el camino del derecho,
de la defensa legal con la intervención de un árbitro. A veces nos sentimos
reacios a considerar este elemento, especialmente quienes creemos que “el amor
todo lo puede”, pero hay situaciones en las que se hace necesario ayudar a
crear las condiciones para evitar que quienes no han descubierto el amor,
mientras lo hacen, no tengan armas para anular moral, afectiva o físicamente a
los demás.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Ante
relaciones absolutamente insanas, que nos producen malestar espiritual , físico
y moral, cuando la esperanza de cambio se extravía, lo mejor es la distancia.
Hay distancias que salvan relaciones, distancias que mantienen vivas a las
personas, es una manera de autoprotegerse del agresor, por ello, si la
distancia ayuda, es mejor darle la
bienvenida.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Cuando
el otro es agresor: comprendamos su violencia, ayudemos a sanar, resaltemos lo
positivo, los dones que seguramente tiene, sigamos tratándolo como a un hermano, para los
cristianos eso sería poner la otra
mejilla; pero aprendamos a protegernos y defendernos, cuando ese otro, reiteradamente
lastima, eso también es de cristianos.</div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-14290748823974190432012-10-28T08:18:00.000-07:002012-10-28T08:26:36.691-07:00Los consejos educativos como oportunidad<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Si hay algo que
debe ser transformado en educación es el aislamiento de los centros educativos.
Un centro aislado es aquel que desconoce la realidad que se vive en su entorno;
hay muchos signos de esta desconexión: desde no tener información sobre qué
organizaciones hacen vida en el barrio, no comprender por qué para muchos estudiantes
la escuela es absolutamente aburrida... hasta no entender que la violencia,
pobreza o drogas está tan dentro de la institución educativa, como de las
comunidades.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Un centro
aislado es aquel que considera que solo él “educa”, y la comunidad “deseduca”,
idea sumamente arraigada, obstáculo para una actitud autocrítica del centro
educativo que le permita ver qué debe aprender de la comunidad y qué debe transformar
en su acción educativa para que sea más adecuada y contextualizada.</span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">En un centro
aislado los estudiantes, representantes y comunidad en general quedan fuera de
la dinámica de construcción de los proyectos educativos; por tanto, el currículo
explícito y “oculto” da cuenta de que es responsabilidad de pocos el aprendizaje
y evaluación de los estudiantes o la visión y alternativas ante la problemática
educativa que se vive. Esto es así no solo por la dinámica de muchos centros,
sino también porque es dinámica de aquellas comunidades que se autoexcluyen.</span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Es hora ya de
comprender que la educación es problema comunitario, en el que los diferentes
sujetos somos corresponsables de lo que aprenden o “desaprenden” nuestros
niños(as) y jóvenes. Es una función social, en la que medios de comunicación,
iglesia, partidos, estado, empresas, familias... tenemos la obligación de atender, generando redes para
convertirnos en sociedad educadora, pues no solo educa el sistema formal, no
solo educa la escuela.</span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">La Resolución
058 es una oportunidad para poner este tema nuevamente sobre la mesa de
discusión; con ella, entre otras cosas, se actualiza la antigua norma que rige
nada menos que desde hace 25 años las
comunidades de padres y representantes. Ciertamente no se ha planteado del
mejor modo pues no ha sido producto del consenso de todos los sectores
educativos, por demás, consenso que se
hace sumamente difícil en una coyuntura electoral y marcada por una
polarización que puede entrampar el debate si no somos capaces de dialogar. </span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Sin embargo, el
espíritu que se promueve, es quizá, lo que muchos soñamos, debe ser la
vinculación escuela-comunidad: una escuela que con su comunidad piensa y actúa
para hacer realidad la democracia, en una gestión que se unifica y cualifica
para atender los problemas que nos distancian de una educación de calidad. En
este marco, la comunidad necesariamente tiene algo que decir y hacer para
transformar situaciones como la violencia, el hambre, la falta de recursos, la falta de formación
permanente de las familias, las infraestructuras inadecuadas, entre otras, que
se viven dentro de las escuelas, e inciden negativamente en los procesos
educativos. El estado también tiene una responsabilidad suprema, que no puede
delegar, sin menoscabo de la promoción de la autonomía y la corresponsabilidad.</span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Aceptando el
espíritu, la observación está en el instrumento para hacer realidad la idea de
participación comunitaria. A mi modo de ver, la dificultad mayor se presenta en
la complejidad de la estructura que se propone y en la falta de ponderación en
el ejercicio de la función rectora, necesaria en toda institución. No todo se
puede resolver con asambleas, es necesario que el equipo directivo siga
asumiendo el liderazgo, y que una vez llegado a consensos sobre el proyecto
educativo, pueda tomar decisiones expeditas ante la cotidianidad del centro. </span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Creo que es sano
reconocer que muchos centros educativos, en consonancia con la propuesta
educativa oficial, también han desarrollado una identidad ética y pedagógica que
ha sido positiva en su labor de servicio a las comunidades, ojala, esto sea comprendido como aporte y suma a este
proceso de cualificación de la educación, y no como algo que se deba erradicar y
anular. </span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Si bien hay un
lapso de tiempo para la constitución de los consejos y la consulta, esta vez, como
en otras ocasiones, en este u otros gobiernos, los centros educativos se
encuentran ante una tarea que deben ejecutar de “ya para ya” habiendo iniciado
el año escolar y sin la reflexión necesaria y suficiente para ejecutar. La
situación no es la más idónea, y se le suma la reacción de sectores de
oposición que, asumiendo la actitud que critican, no dejan de colocar el tema
en los predios de la politiquería, repitiendo consignas alarmistas, desde una
lectura que solo espera un final feliz en esta historia: que nada del sector
oficialista sea aprobado.</span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Es urgente el
conocimiento de la resolución en las comunidades educativas, su lectura y
reflexión en un clima de calma, es necesaria la explicación por parte del ministerio ante
múltiples preguntas que surgen, la ministra debería hacer gala de su labor
pedagógica ante la necesidad de información y comprensión de lo que se está
proponiendo. Es necesario que los amigos de la alarma dejen en paz a la mayoría
de los ciudadanos y ciudadanas que queremos comprender y avanzar, haciendo las
observaciones en un clima de respeto. Es importante que el estado escuche a la
otra parte del país que no fue consultada y que seguramente también tiene una
verdad importante que decir.</span><br />
<span lang="ES-VE"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE">Ojala podamos
trascender y provocar un verdadero diálogo que conlleve a unas decisiones en
aras de mejorar nuestra educación, nuestra escuela, que entre otras cosas,
ciertamente, debe transitar mas allá de sus muros y encontrarse con la
comunidad, tal como es, con sus fortalezas y debilidades, sus tendencias políticas
y religiosas, su guerra y su paz, sus saberes, valores y desconocimientos, sus
intereses e indiferencias… para juntas construir la educación que necesitamos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-3317030527005885722012-10-20T14:13:00.000-07:002013-02-23T10:21:08.599-08:00El lugar del otro<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una
pareja de esposos conversaban. El contaba sobre su último viaje y decía a su
compañera:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
- Me
ocurrió algo extraño, una mujer muy bella entró a mi habitación y me pidió
pasar la noche conmigo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
La
esposa tuvo un pequeño sobresalto, sin embargo esperó tranquila el desenlace de
la anécdota. El esposo continuó relatando:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
-Yo
la despedí de la habitación, diciendo que no podía tener nada y, entonces, resulta que la
mujer creyó que era Gay.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
La
esposa sintió alivio y al mismo tiempo beneplácito pues pensó que ¡claro!, no
podía pasar la noche con otra mujer, pues la amaba a ella. Mientras tanto, el
esposo siguió…</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
-No
se lo dije, pero no puedo poner en
riesgo mi prestigio; si me encuentran, o
se dan cuenta de esa situación, pues… yo quedaría muy mal parado, especialmente
por el cargo que ocupo y mi imagen, realmente fue una tentación, pero ...</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
La
esposa quedó sin palabra ante aquella declaración de desamor.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Sin
duda este episodio es casi una apología para, entre otras cosas,
comprender lo que supone el lugar del
otro (a).Cuántas veces no hemos actuado o hablado sin considerar quién es la persona que me oye u observa y
cómo recibe mi palabra, gesto o actitud. Muchas veces el egoísmo nos ciega, imponemos
el YO y anulamos al otro, lo ignoramos;
ni remotamente percibimos lo que una palabra, gesto, o silencio puede generar
en él o ella. Erigimos el ego, en su
esencia dominante, cuya mirada se centra en lo propio, lo mío: mi idea, mi
rabia, mi alegría, mi dolor, mi religión, mi partido, mi sueño, mi gusto, mi
credo… nada hay más allá de los límites de mi terreno. Hasta creemos que si
tenemos la verdad, tenemos también el derecho de irrespetar a quien , pensamos,
no la tiene, entonces en aras de la verdad, maltratamos la persona.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
No
es que seamos perversos, o tengamos el propósito de herir a otros como
consecuencia del ser malévolo que somos, no; simplemente no tenemos consciencia
de lo enquistado que se encuentra ese YO en nuestro cuerpo, alma y mente. No
nos damos cuenta de que caminamos sin mirar, sin escuchar, sin oler, sin
percibir el mundo y aquellos que allí están conviviendo con nosotros. No hemos
aprendido la empatía, es decir, la capacidad de ponernos en los zapatos del
otro, en el lugar del otro, en su ser.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Y
este asunto va más allá de las parejas, como la de esta anécdota donde el
esposo jamás pensó en la lectura que haría su esposa sobre lo que le contaba:
“No me ama”, y que esta lectura iba a ser absolutamente distinta a la de él: ”tengo
derecho a una aventura, solo que no me conviene”. No hizo falta ningún grito,
ni golpe, ni insulto, para que uno de ellos se sintiera ofendido. Así ocurre también
con el docente que compara a un estudiante con otro para decir que uno es
mejor, el político que sólo escucha a los que están de acuerdo con él, o el
sacerdote que regaña a quien confiesa su pecado; estos receptores son “otros”
negados que de seguro sembrarán resentimientos, que pueden llevar al
desmoronamiento de la interrelación, si no se abre camino al diálogo y
verdadera comunicación.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Necesitamos
aprender la empatía y para ello necesitemos aprender a callar, aprender
el silencio y agudizar la observación que permita conocer al otro, aprender la
escucha no solo de su palabra sino también de otros lenguajes que van pegados a
su cuerpo. Aprender a pensar siempre qué puede sentir, creer, interpretar la
persona que va a escucharme o con la que voy a interactuar, para entonces poder
comunicarme, siendo YO, pero con respeto a él o ella.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
No
se trata de autonegarnos, o vaciar nuestro propio mundo, sino de reconocer que los otros existen, están
allí con su identidad, con su biografía,
tienen derecho a ser y a no ser avasallados. Es verdad que el otro siempre será misterio,
nunca se revelara del todo; pero sí podemos abrir el corazón para acercarnos, porque entre otras cosas,
desde esa apertura, ya nada de “MI” permanecería intacto, porque el otro,
aunque no lo perciba, me alimenta.</div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-37986787917342062812012-10-05T14:56:00.000-07:002012-10-12T14:39:50.539-07:00VENCER<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hoy
es 5 de octubre de 2012, falta poco para que los venezolanos y venezolanas
elijamos nuestro presidente. Todo está listo o casi servido para la fiesta
democrática. Ya la campaña cerró y estamos a la expectativa, casi como en una
sala esperando un parto, unos queriendo un resultado, otros queriendo su
contrario.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hoy,
como hace días atrás, me he estado preguntando por el significado de la palabra
VENCER en este contexto de elecciones, de deseos profundos por parte de muchos
venezolanos de que el presidente Chávez deje Miraflores, y el deseo profundo de
otra parte de los venezolanos que espera su reelección. Y lo primero que se me
ocurre es quitarme la etiqueta de chavista o antichavista, de derecha o de
izquierda, para quedarme solo con la de mujer venezolana, que, seguramente como
todos y todas, sueña un país distinto. Y desde ese peldaño, desde el trascender
a la figura del líder, del partido o de la tendencia… es que creo que podemos empezar a aproximarnos al contenido del término. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Podemos
vencer si somos capaces de ver y respetar el interés de las mayorías, de poner
como centro el bienestar de todos y todas, de deponer las diferencias, la
exclusión o autoexclusión. Venceremos si somos capaces de movilizarnos para
enrumbar el camino cuando se pierde la brújula, si logramos que verdaderamente
la clase dirigente política haga ejercicio de servicio al pueblo que la colocó
allí. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Independientemente
de quien obtenga más votos en estas elecciones, en realidad, todos venceríamos
si pudiéramos trabajar por un mínimo de acuerdo para echar a andar proyectos
que beneficien a todos, independientemente del color que tengan, si la
verdadera unión, no efímera, sino duradera, más allá de un nombre, se
cristaliza.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Porque
gane quien gane, después del 7 de octubre seguiremos la vida, amanecerá el
mismo sol en nuestras ventanas, Venezuela seguirá siendo Venezuela, continuarán
los mismos problemas, la violencia estará allí, la impunidad seguirá viva, la
inflación seguirá quitándonos el sueño... también estarán las bondades y
aprendizajes alcanzados en estos últimos años, guste o no, de un gobierno que
sigue significando esperanza para muchos venezolanos que no tuvieron nombre, ni
voz, ni derechos por mucho tiempo, y que tal vez, ese balance solo pueda verse
ponderadamente con el paso del tiempo. Porque no todo es noche sin luna, y no
todo es pura luz. Estará también la esperanza de quienes, guste o no,
estuvieron relegados, insultados por la violencia de un lenguaje divisionista de
un gobierno huérfano de autocrítica.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Habremos
vencido unos y otros, si logramos abandonar los polos y nos arrimamos al
encuentro, si dejamos de ver solo la basura del otro y logramos encontrar los
aportes que el contrario ha dado y puede dar. Gane Chávez o gane Capriles, si
no logramos seguir construyendo este país unos y otros, entonces habremos sido
derrotados. </span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span>
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La verdadera victoria será para después del 7 de octubre, cuando
tengamos un presidente ratificado o no, cuyo equipo asuma lo bueno y transforme
lo que haya que transformar, escuchando y trabajando junto a los azules y los
rojos, sin negar las diferencias, pero donde unos y otros puedan hacer
ejercicio de un diálogo posible, solo entonces VENEZUELA habrá vencido. <o:p></o:p></span></div>
Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-22374128837096160282012-08-07T20:12:00.003-07:002012-08-07T20:26:26.437-07:00Algo grande pasó<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Era
el 31 de julio de 1982. Los más jóvenes aún no dejábamos los 16 años, los “mayores” apenas estaban
alcanzando los 18. Era el último día de una fiesta que empezó para muchos en el
“kínder”, para otros en el primer año de bachillerato, unos pocos se sumaron en
el primer año de ciencias. 13 años, 5 años o 3 años… ; lo cierto es que el
Colegio Gonzaga nos marcó a todos y todas en ese tiempo especialmente hermoso, años
en que compartimos la experiencia de irnos haciendo grandes, en los que
descubrimos juntos lo que es aprender, en que vivimos el gran significado de la
palabra amistad.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Aquella
mañana nos sentimos más que nunca portadores del águila representada en nuestro
escudo, cantamos con más ímpetu que otras veces “Somos Gonzagas valientes”… Allí,
rodeados de nuestras familias, saboreando el logro afortunado de una meta, se
paseó por nuestra memoria la película de lo vivido en nuestras aulas, en las
expediciones a la montaña, en los campamentos misión, en tantos espacios y
situaciones que se presentaron en nuestro paso por el colegio. Allí, ese día, cada uno, esperando expectante
ser nombrado para recibir el título, dimos GRACIAS a Dios porque había sido
bueno con nosotros. <br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Hace
30 años de ese episodio que simbólicamente nos abrió paso a forjar la vida de
grandes. Quizás, en aquel momento, aún no notábamos la trascendencia de habernos
encontrado como estudiantes de un colegio
que nos enseño a vivir para “Mayor Gloria de Dios”. Pero, hoy podemos decir con certeza, que algo grande nos pasó en
esas aulas, canchas y oficinas; algo grande nos marcó a través de todas las
experiencias que tuvimos fuera del colegio, acompañados por la entrega total de
los jesuitas, las hermanas que se donaron a la educación de generaciones
enteras y al colectivo de educadores que apostaron por esta empresa.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Hoy
tenemos unas cuantas canas, unos kilos de más y algunas arrugas que nos van
diciendo que el tiempo pasa; pero a
pesar de él o junto con él, esa chispa que nos sembró permanece viva y nos
mueve a reencontrarnos. 30 años después estamos buscando pistas porque
queremos redescubrir nuestro tesoro, estamos ubicándonos porque no podemos dejar de decirnos que seguimos
teniendo “fe e ilusión”, que generosamente ofrecimos nuestros talentos para
las familias que hemos sembrado, para el trabajo bien hecho y el país que no
hemos dejado de soñar. <br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Algo
grande hizo el colegio Gonzaga de Maracaibo en nosotros, lo decimos después de muchos días y noches transcurridos. Algunas palabras
pueden ser clave: entrega, valores, acompañamiento, voluntad, símbolos,
experiencia, Jesús, grupo, montañismo… Ojalá que todas ellas puedan convertirse
en antorcha para, generosa, iluminar a otros que están en la misma labor de
formar el corazón, la mente y espíritu de los jóvenes de Venezuela.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
En
realidad, la fiesta nunca terminó, por
eso hoy, ahora, seguimos celebrando la VIDA, la historia que nos une, las
luchas que hemos tenido con sus victorias y fracasos, el amor que nos dieron y
que aún sigue en nosotros, y especialmente, el deseo de seguir andando “por un
nuevo despertar”. Que estos 30 años sigan multiplicando en nosotros el afán de
dar lo mucho que se nos regaló.</div>Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-65112548166003323992011-12-03T19:08:00.000-08:002011-12-03T19:25:29.000-08:00La violencia llegó a la escuela.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Una madre, representante de un estudiante de sexto grado, me contaba cómo tuvo que sacar a su hijo del colegio porque después de haber recibido varias amenazas, a causa de rencores desencadenados por un campeonato, un grupito de compañeros estudiantes lo agarraron en la salida de clases, lo llevaron a un callejón y allí le cayeron a golpes. La respuesta del colegio fue citar a los involucrados, conversar y colocar como sanción que el agresor le pidiera “disculpas” al agredido. Allí terminó el problema para el colegio, pero no así para los estudiantes. <br />
<br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Para nadie es un secreto que la violencia hace rato llegó a la escuela, está haciendo estragos en Educación Media, y causando terror en las universidades. La violencia está en las aulas, el patio, las canchas, los pasillos de los centros educativos. Violencia que se expresa en cosas “simples” o menos elocuentes como el lenguaje, los juegos pesados, el “chalequeo”, la discriminación; y otras más complejas como los golpes, el robo, el uso de armas, el tráfico de drogas, la prostitución. Aquí nadie escapa: estudiantes, representantes, personal se ven afectados por la situación, no existen cercas ni muros lo suficientemente altos para que la violencia no entre al recinto escolar.<br />
<br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pero, ¿qué esperábamos?, ¿mantener a salvo las escuelas, mientras el resto de la sociedad se pudre? Los centros educativos son expresión de lo que se vive en el entorno social. Una sociedad que vive en guerra, el Observatorio Venezolano de Violencia prevé que probablemente lleguemos a 19.000 asesinatos en este año; una familia que maltrata a la mujer, a los niños, niñas, adolescentes y ancianos; una sociedad armada que piensa que es mejor tomar la ley por su cuenta; un estado corrompido incapaz de hacer ejercicio de justicia... ¿qué pide a la institución educativa?¿Qué pide a sus jóvenes?<br />
<br />
Lamentablemente somos hipócritas, ponemos a nuestros muchachos y muchachas a crecer viendo asesinatos, sexo, alcohol y drogas a través de los diversos medios de comunicación de masas, los ponemos a vivir en medio de la violencia creada por los adultos... y después queremos que ellos sean hombres y mujeres que vivan valores humanos. Aquí o comprendemos que TODOS tenemos una alta responsabilidad en la educación de las nuevas generaciones, o nos vamos al despeñadero. Por ello, es muy pobre considerar que la violencia escolar la resolvemos con la intervención de la policía, son muchas las “intervenciones” que habría que hacer para erradicarla, hasta los discursos incitadores de violencia y odio que acostumbran tener muchos de los políticos venezolanos deberían ponerse en el banquillo.<br />
<br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pero los centros educativos no podemos tapar el sol con un dedo, y aquí quizá lo más urgente es darnos cuenta de que el problema de la violencia escolar no es simple, no lo resuelves con una conversación donde los involucrados en un acto vandálico se piden disculpas a regañadientes y después la amenaza continúa latente. Los educadores debemos apretarnos el cinturón y subrayar un principio educativo básico: el proceso de aprendizaje debe partir de la REALIDAD, de la experiencia, del saber y del entorno de los estudiantes, para que todo lo que se aprenda en las aulas tenga sentido para la vida. Debemos subrayar la educación para la PAZ, pues estamos viviendo una guerra; no podemos colocarnos de espaldas a esa realidad que está allí, que entró sin pedir permiso, o declararnos sin herramientas para enfrentarla; no podemos abandonar el afecto y la disciplina, la reflexión y la experiencia que deje huella en nuestros estudiantes porque esos procesos serán los principales aliados en este camino de crecimiento mutuo.<br />
<br />
Educar en valores sigue siendo una prioridad, una necesidad no accesoria a la que nos debemos mucho más en estos tiempos en que pareciera que no es posible vivir en paz. Nuestra labor como educadores y como ciudadanos será verdaderamente relevante si impedimos que la violencia se instale en nuestros centros, en nuestras casas y en nuestras calles.</div>Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-38322963493565285792011-09-17T20:33:00.000-07:002011-09-18T13:47:14.778-07:00Del significado de educar en valores<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Cada vez se hace más necesario tener un enfoque amplio sobre el significado de la educación en valores en los centros educativos. No podemos reducir la formacion en valores al "buen comportamiento" ajustado a normas o simplemente la manifestación de actitudes esperadas especialmente relacionadas con el rol de estudiante: responsabilidad, disciplina, atención, respeto. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Educar en valores en un proceso mucho más amplio y complejo. Está vinculado con la necesidad del ser humano de aprender a vivir con los demás, así como de crecer internamente. Esta formación se orienta a alcanzar la propia madurez emocional, psicológica y espiritual y el desarrollo de actitudes positivas ante el mundo; actitudes que posibiliten la exteriorización de potencialidades individuales y de grupo y, al mismo tiempo, el mejoramiento de la calidad en las relaciones e interacciones colectivas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Bajo esta percepción, educar en valores es educar para la vida, acompañando en el camino de descubrir el sentido de vivir, de tal modo que la persona pueda construir su propio proyecto de realización personal. Es orientar en el desarrollo de criterios modeladores de las conductas que permitan la coherencia entre las actitudes y el razonamiento.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">También es enseñar para la diversidad y el aporte activo como ciudadano en el mejoramiento de la cultura y de la sociedad, asumiendo una ética de mínimos que permita la vida colectiva y el consenso en la sociedad civil. La educación en valores tiene un gran desafío ante las problemáticas de vida que padecen los países latinoamericanos, pues se trata de formar para la construcción de nuevos modelos civilizatorios, donde el proceso de occidentalización sea superado para contribuir al descubrimiento y la inclusión de las culturas propias desde una perspectiva ética de liberación.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Los seres humanos, además de biología o sociología somos espíritu, es decir, somos seres capaces de transcender, de tener vitalidad, fuerza para la vida, seres que necesitan encontrar respuestas a preguntas fundamentales sobre el sentido de vivir; esta espiritualidad hay que cultivarla, no con dogmas que encierran y distancian la posibilidad de encuentro con los demás, sino con testimonios de fe y de entrega de amor a todos (as).<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%;">Una escuela que asume la educación en valores debe orientarse hacia el desarrollo de la autonomía moral, promovie</span>ndo vivencias que ayuden a descubrir valores universales para que la persona actúe en función de ellos por convencimiento propio y no por coerción; se debe promover el desarrollo de la capacidad de decisión, de elección y definición de los valores propios en un marco de respeto de la diversidad.</span></div></div><div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div></div><div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Algunos autores que se ubican en la perspectiva de desarrollo de la autonomía moral han propuesto el desarrollo de habilidades y destrezas que faciliten un modo adecuado de enfrentarse a los conflictos morales, estas son: el juicio moral, el autoconocimiento, habilidades dialógicas, comprensión crítica, toma de conciencia y autorregulación.</span></div></div><div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div></div><div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Existen tres tipos de aprendizajes que se deben desarrollar en los alumnos en un currículo de formación ética: los procedimientos, es decir, el aprendizaje de las habilidades antes señaladas; el aprendizaje de los hechos, conceptos y teorías relacionados con los valores; y el aprendizaje de valores, actitudes y normas deseables universalmente. Todo ello se convierte en finalidades para un currículo de educación moral que tiene como orientación última la autonomía moral. Es importante destacar que estos aprendizajes se relacionan con los tres aspectos de la persona que deben atenderse: la cognición, la afectividad y el comportamiento.</span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La tarea de la escuela va mucho más allá de la mera formación intelectual, o de la enseñanza de actitudes relacionadas con el ambiente escolar, pues se trata de la humanización de la persona. Esto supone una educación orientada hacia su formación integral, asumiéndose como ser individual con una afectividad y psicología propia, pero además como ser en relación con semejantes con quienes establece una red de comunicación, ubicado en un entorno social y ambiental como espacios donde desarrolla la vida propia y colectiva, y como ser con una dimensión espiritual y trascendente.<o:p></o:p></span></div>Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-59038797445813152112011-09-04T08:49:00.000-07:002011-09-04T08:56:22.313-07:00El gusto de leer<div class="MsoBodyText" style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Era una tarde de un día cualquiera de hace varios años atrás. En el patio de mi casa se escuchaba cómo la madre enseñaba a leer a su hijo de corta edad. Sería la hora de las tareas, estaría dándole la lección de turno:</span></div></div><div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">- “sa, se, si , so su... la s con la a, sa....; lee: Sisa se sale sola... a ver, ¿qué dice aquí...?”.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: inherit;">Al parecer el niño estaba un poco distraído, tal vez estaría ya cansado entre tantas sas, ses... y sus. El tono de voz de la madre comienza a subir:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><span lang="ES-TRAD">-<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman';"> </span></span><span lang="ES-TRAD">¿Qué dice aquí? _ El niño titubeante responde:<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><span lang="ES-TRAD">-<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman';"> </span></span><span lang="ES-TRAD">Si... <u>ca.</u><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><span lang="ES-TRAD">-<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman';"> </span></span><span lang="ES-TRAD">-¡No! ¿No ves las letras? Si... <u>sa...<o:p></o:p></u></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: inherit;">El niño con el pensamiento puesto tal vez en el juego de pelota, o en el programa de TV... y como si estuviese atragantado de comida, dice: -¡No quiero más!. Y la madre, preocupada por la lección que no la sabía, agarra una correa y le da a la mesa con ella:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: inherit;">- ¡Tú no te levantas de aquí hasta que no me digas la lección completa! _ Y el niño con sollozos intentaba una vez más: - Si... <u>ca</u>... <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: inherit;">Y así pasaban las tardes, y así el niño aprendió a leer...<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: inherit;"> Pero... ¿Aprendió?<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div><div class="MsoBodyText"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: inherit;">Tal vez este niño, en el mejor de los casos, continuó en la escuela, tal vez fue un buen estudiante, responsable, que hizo bien sus exámenes y trabajos, entre otras razones porque tenía una madre que lo “ayudaba” todas las tardes y le enseñaba probablemente como lo hacía la maestra.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: inherit;">Tal vez ahora ese niño sea médico, abogado, o quién sabe si educador. Habrá leído unos cuantos libros o guías (fotocopias de partes de libros) y escrito otros tantos informes y trabajos para poder graduarse y tener su título. Pero, ¿cuántos libros completos habrá leído por afición, sólo por el gusto de leerlos; cuántas ideas, pensamientos, sentimientos propios habrá escrito entre tantos informes. Porque desde aquel “sa,se,si...” todo lo relativo a la lectura y escritura seguramente lo hizo porque era obligación, no porque era un placer.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: inherit;">Podemos pasarnos toda la vida sin descubrir la magia del cuento o de la poesía, sin descubrir las emociones que despierta la narrativa en una novela, sin darnos cuenta que un autor, un libro nos puede cambiar el rumbo de la existencia. Podemos pasarnos la vida desconectados del mundo porque nunca saboreamos lo sabroso que es estar informados o investigar para comprender algo que nos inquietaba. Aunque hayamos escrito una tesis, podemos morirnos sin aprender a decir nuestra palabra, sin acariciar nuestro pensamiento, nuestra afectividad materializados en un verso, en párrafos, en ideas ordenadas y coherentes; podemos pasar por el vida sin disfrutar de la libertad que supone expresarnos, regalarnos a los demás a través de la palabra. Y es que leer no es decodificar signos, como tampoco escribir es copiar. Leer es encuentro, es crecimiento espiritual, afectivo e intelectual, es medio para convertirnos en ciudadanos capaces de sentir y hacer conciencia de la realidad, al propio tiempo que es viaje a otros mundos insospechados, leer es comprensión que nos aclara interrogantes para después crear. La lectura permite la producción de ideas, es fuente, así como lo es la experiencia, los sueños y el arte.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: inherit;">Es trágico pensar que nosotros somos aquel niño que una tarde escuché cómo era “mal enseñado” y como “mal aprendía”; porque la mayoría de los venezolanos, especialmente los que ahora somos adultos, creemos que “la letra con sangre entra”, y lo peor es que así seguimos. Aunque nos resulte difícil creerlo, todavía así enseñamos en muchos lugares, no con amor y paciencia, sino con el terror que produce la correa, el grito o la amenaza; enseñamos lejos de la vida real manteniendo abstracciones sin sentido, y lejos de construir aprendizajes en un ambiente grato. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Para aprender a leer y a escribir se tienen que cambiar las concepciones erradas sobre la lectura, escritura y cómo se aprende, e incorporar en los métodos y estrategias el gusto, el placer absolutamente conectado con la atención a las necesidades o intereses, para poder valorar, desde allí, el universo de significados que hay y puede haber en las palabras escritas, las que leemos o las que podemos decir. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></div>Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-90992636477324989462011-08-24T20:17:00.000-07:002011-08-24T20:22:57.347-07:00Educar para el pensamiento flexible<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Cuentan que un hombre estaba poniendo flores en la tumba de su esposa, cuando vio a un anciano chino colocando un plato de arroz en otra tumba. El hombre se dirigió al chino y le preguntó: “Disculpe señor, de verdad cree usted que el difundo vendrá a comer arroz?” “Claro”, respondió el chino, “cuando el suyo venga a oler las flores”.<br />
<br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Este es un cuento al que hace referencia Walter Riso en su libro "El poder del pensamiento flexible". Sin duda una graciosa forma de asomarnos a la rigidez de las ideas, costumbres y convicciones propias. Rigidez en la que, muchas veces, quedamos atrapados sin posibilidad de dejar espacio para la aceptación del pensamiento de los demás.<br />
<br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El pensamiento flexible es anti dogmático, sencillo y crítico. La persona de pensamiento flexible no se impone, no se obsesiona con la verdad propia, es capaz de dialogar, especialmente de aprender de situaciones, otras personas y experiencias. Es capaz de dudar, de tener autocrítica y sensibilizarse con el pensamiento del otro aunque no lo comparta; en otras palabras, es una persona libre de sí misma.<br />
<br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No confundamos el relativismo o la falta de credo con la flexibilidad, pues no se trata de considerar que todo vale, o no tener convicciones y compromiso; se trata es de ser empático y de tener apertura para ver todo lo que hay en el exterior buscando puntos de encuentro y desencuentro, apertura necesaria para cuestionar “lo establecido” y lograr transformaciones, también para avanzar en una perspectiva espiritual unitaria cimiento de la fraternidad. Flexibilidad es más que tolerancia, pues implica “dejarme tocar”, “removerme”, “reacomodarme”; no es una escucha sorda en la que "no me queda más remedio que", pues me involucra en un dinamismo que se genera en las relaciones sociales que establezco con los otros.<br />
<br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En este mundo cargado de dogmas de todo tipo: religiosos, políticos, culturales; en esta historia de fundamentalismos que mucho daño han hecho a la humanidad en el pasado, presente y que, lastimosamente, por un largo tiempo seguirán haciendo daño; se hace imprescindible educar para el desarrollo de un pensamiento flexible, para el crecimiento de personas autocríticas, democráticas, libres de miedos; educar también para una espiritualidad de la unidad como dirían los focolarinos, es decir una espiritualidad que nos ayude a vernos como iguales en la fe, a mirar lo que nos une, que es la esencia, en lugar de enfocarnos en el dogma que nos separa. Una educación que nos ayude a encontrarnos como ciudadanos que comparten un mismo espacio, conviven y construyen un país y mundo con los mismos derechos y deberes.<br />
<br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hace falta educar en los centros educativos, pero también en la iglesia, en el partido político, en los medios de comunicación. Todos son lugares de aprendizaje que tienen una responsabilidad en la formación del ciudadano y ciudadana que se necesita para no destruirnos por razones ideológicas, políticas, religiosas o culturales. Hace falta una nueva educación que se vacíe de su propia cultura, de su propia inflexibilidad, de sus grandes currículos preestablecidos para darle paso a la pregunta, a la duda, a la divergencia, a la diversidad, es decir al pensamiento flexible.</div>Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-85420074792414968.post-14816488839535226212011-08-13T14:54:00.001-07:002011-08-13T15:14:24.849-07:00Los conflictos en el centro educativo<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">En educación solemos encontrarnos con situaciones conflictivas entre grupos de estudiantes de distintas edades, entre grupos de un mismo salón de clases, entre representantes y docentes, docentes entre sí, docentes y equipo directivo… Jares Xesús propone una clasificación de los conflictos que se presentan en la institución escolar en función de sus causas:</div><div class="MsoBodyText"><br />
</div><div class="MsoBodyText"><b><span lang="ES-TRAD">1.- Idiológico-científicas</span></b><span lang="ES-TRAD">: opciones contrapuestas tanto en el plano pedagógico, ideológico (definición de escuela) u organizativo. También cultura o culturas escolares que conviven en el centro, etc.</span></div><div class="MsoBodyText"><b><span lang="ES-TRAD">2.- Relaciones con el poder:</span></b><span lang="ES-TRAD"> control de la organización, promoción profesional, acceso a los recursos y toma de decisiones, etc.</span></div><div class="MsoBodyText"><b><span lang="ES-TRAD">3.-Relacionadas con la estructura:</span></b><span lang="ES-TRAD"> ambigüedad de metas y funciones, celularismo, debilidad organizativa, etc.</span></div><div class="MsoBodyText"><b><span lang="ES-TRAD">4.- Relacionadas con cuestiones personales y de relación interpersonal:</span></b><span lang="ES-TRAD"> estima propia, afirmación, seguridad, insatisfacción laboral, comunicación deficiente y/o desigual, etc.</span></div><div class="MsoBodyText"><br />
</div><div class="MsoBodyText"><span lang="ES-TRAD">Detallar esta clasificación es interesante por cuanto nos permite ubicar el conflicto más allá del comportamiento de los estudiantes; pues normalmente para los educadores, los protagonistas de los conflictos son ellos, cuesta visualizar que pueden existir, y de hecho existen, muchas situaciones conflictivas en las diferentes relaciones que establecemos en el centro educativo, donde estamos involucrados los educadores o personal en general. </span></div><div class="MsoBodyText"><br />
</div><div class="MsoBodyText"><span lang="ES-TRAD">El directivo es mediador en estos conflictos, negociador que busca los puntos de encuentro de las partes, donde muchas veces él mismo no está exento. Ello supone la creación de una dinámica de funcionamiento que permita la comunicación permanente, el trabajo de equipo, la construcción de un marco de convivencia, el fortalecimiento de las relaciones sociales que se establecen sobre la base de un proyecto común. Lo peor que puede hacer el directivo como líder es no escuchar, dejar pasar, alinearse. La manera de enfrentar estas situaciones de conflicto, sugiere un “modelo” de comportamiento a seguir que forma parte del currículo oculto que se introyecta en la cultura escolar, y se “aprende”, aunque no estemos dando una clase sobre el tema. Esto implica que aprender a dialogar, llegar a acuerdos, ceder, ser tolerante con el diferente, ser asertivo… debe ser parte del estilo de relaciones escolares de todos los sujetos, y el director como líder debe promover ese estilo humanizador.</span></div><div class="MsoBodyText"><br />
</div><div class="MsoBodyText"><span lang="ES-TRAD">Por otra parte, en los conflictos con los estudiantes, la respuesta reactiva del educador genera mayores malestares y, lejos de ser camino para su resolución, se convierte en “leña” que aviva el fuego. Es necesario detectar lo que ocasiona el conflicto para poder encontrar su solución adecuada. </span>Cuando un alumno habla mucho en clase, no presta atención, molesta o agrede a los compañeros solemos etiquetarlo, consideramos que el problema es él, porque no acata las normas, por tanto lo sancionamos y reprimimos sin analizar la situación. No caemos en cuenta de que probablemente haya una contraposición entre la naturaleza del estudiante y la norma de la escuela, los intereses del estudiante y lo que estudia en clase, las necesidades de afecto y el trato del docente o sus compañeros, la experiencia de vida y el patrón de conducta que esperamos.</div><div class="MsoBodyText"><br />
</div><div class="MsoBodyText"><span lang="ES-TRAD">La actitud del educador debe ser evaluar ampliamente el problema para enfrentarlo de manera adecuada, ver más allá de lo evidente, para encontrar las causas y, en equipo con sus estudiantes, poner los correctivos, escuchando lo que el otro tiene en su interior y ha expresado en su actitud. No se trata de buscar culpables, sino de ver qué genera malestar, comportamientos inadecuados, discordias, cuáles son los intereses o necesidades que se ponen en juego para buscar que puede ser beneficioso para todos, desde un ejercicio de ceder lo posible. D. Hicks propone ante situaciones de conflictos simples:</span></div><div class="MsoBodyText"><br />
</div><div class="MsoBodyText"><span lang="ES-TRAD">1.- Declarar la propia posición en el conflicto y escuchar a los demás manifestar las suyas.</span></div><div class="MsoBodyText"><span lang="ES-TRAD">2.- Aceptar una base común.</span></div><div class="MsoBodyText"><span lang="ES-TRAD">3.- Atender a las posibles soluciones.</span></div><div class="MsoBodyText"><span lang="ES-TRAD">4.- Decidir qué ensayar.</span></div><div class="MsoBodyText"><span lang="ES-TRAD">5.- Ponerlo en práctica y más tarde evaluar su éxito. </span></div><div class="MsoBodyText"><br />
</div><div class="MsoBodyText"><span lang="ES-TRAD">Son pasos sencillos pero que pueden ser una ruta mínima en esta urgencia de aprender a vivir en los conflictos del ámbito escolar.</span></div>Beatriz Garcíahttp://www.blogger.com/profile/10244113179755208162noreply@blogger.com0