¡BIENVENIDOS (AS)!

Educar en valores es una tarea trascendente y urgente. Este espacio quiere ser una pequeña
ventana abierta para aportar en este
camino extenso y difícil.
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podemos hacer fogata.

lunes, 2 de marzo de 2015

60 años después... “O reinventamos o erramos”

Fe y Alegría cumple 60 años. No es poco. A lo largo de estos años se ha forjado un movimiento de personas concretas que nos sentimos  FE Y ALEGRIA porque nuestra vida, como persona, ciudadano (a) y profesional, se ha venido construyendo de la mano de esos tres muchachitos que caminan con el corazón que nos identifica.

Cuando una institución de larga data arriba a estos años, se suele mirar el camino recorrido para celebrar los esfuerzos y la siembra de los formidables frutos que se tienen en el presente. Esto es necesario e importante, pues la identidad bebe el agua de nuestra historia que, como fuente, alimenta lo que hoy somos. Esto es necesario e importante, pero no suficiente.  El “Atrevámonos” de nuestro fundador, el padre José María Vélaz, nos empuja a ir más allá, para celebrar también desde el llamado a releer nuestro contexto,  60 años después, a fin de ver qué está necesitando Venezuela y América Latina en un ahora absolutamente retador.

Una relectura de nuestra opción por los pobres y de la educación popular y promoción social quizá nos lleve a pensar que nuestras nuevas aulas deben estar en las calles, con los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que han desertado del sistema educativo, con los muchos de ellos que allí deambulan y que, en América Latina según UNICEF, son cerca de 40 millones; en las calles o las casas de la comunidad,  educando junto con las familias y organizaciones que allí conviven; o en las cárceles con los privados de libertad, víctimas y victimarios de un sistema penitenciario ineficiente, abusivo y corrupto; o quizá en las fronteras, con los  desplazados que padecen condiciones infrahumanas de vida, con nuestras comunidades indígenas, o en las organizaciones de adolescentes y jóvenes que andan buscando un mundo NO escolarizado que les deje encontrarse, emprender y producir.

Necesitamos asumir la educación popular como epistemología crítica presente en las universidades, instituciones, medios de comunicación, organizaciones, empresariado, comunidades, en alianza con ellos, para alimentar la comprensión crítica del contexto desde el lugar de los pobres; comprender la pobreza y la necesidad de transformación profunda;  educar a todos y todas para la acogida y la construcción de una sociedad incluyente, a pesar de las diferencias, para aprender a vernos como sujetos con igual derecho y dignidad. 

Llegar a 60 años para una organización puede ser peligroso para sí misma y su razón de ser. A estas alturas, las estabilidades por las que se luchó en los inicios y que, en buena medida, se han venido alcanzando, aunque todavía falten otras, pueden conducirnos a la parálisis,  comodidad o ausencia de compromiso; junto a la madurez que vamos teniendo puede hacer espacio la burocracia para comerse el estilo modesto y sencillo que  nos ha caracterizado;  el afán por el “control de la calidad” puede ahogar la creatividad y la innovación, privilegiando lo técnico por encima de lo pedagógico, la complejización de tareas que distraen por encima del hacer verdaderamente importante, el  mandato por encima de la decisión democrática.

Necesitamos seguir privilegiando el movimiento más allá de la institución, en sana tensión, engranado, pero en movimiento que, en sí mismo, vive lo que aspira para el país; y para ello, debemos reestructurarnos o reinventarnos, desde un VER amplio y profundamente autocrítico de lo que tenemos hoy dentro y fuera; desde una mirada y escucha  de los nuevos anhelos que van aflorando, las nuevas formas de ser de nuestros niños, niñas, jóvenes y adultos, las nuevas formas de injusticias que viven los pobres, antiguos y nuevos, a quienes nos debemos.


Celebremos nuestros 60 años con Fe y Alegría dando los pasos para seguir esta hermosa historia de transformación por Venezuela. Celebremos, con el compromiso de  seguir reinventándonos y atreviéndonos, esa es la mejor manera de mantener vivo el espíritu fundacional.

1 comentario:

  1. Excelente Rexlexion. Ojala lograramos poner en práctica muchas de las cosas que sugieres aqui.

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